lunes, julio 07, 2008

Del anotador de las frutas

(de Cómo matar a Balthazar)
por.
Facundo Ezequiel


... Y ahí estaba yo, haciendo rodar el freakshow, esa enorme bola condensada que era mi cabeza, girándola con cada uno de mis pasos como un hamster en su rueda. Si alguien me hubiese parado para preguntarme la hora yo le hubiese contestado algo como "Y los bólidos pasaban repletos de payasos y las bicicletas conducidas por esqueletos de jeringas en cuello... " y mi interlocutor huiría aterrado o se pondría a llorar y se postraría a mis pies porque mis palabras eran la conexión con lo divino, eran la única verdad y mientras caminase e hiciera rodar la bola yo era Dios.

lunes, junio 30, 2008

Alma en dos

por. Facundo Ezequiel

El flautista se lleva mi rata
y su recompensa no es grata
¿cómo pagarle si no queda nada
tras el hambre de aquel roedor?
Solo el tiempo que no cede ni concede
sabrá decir quién ganará —si se gana— y quién pierde
Mis piernas quebradas de cansancio
me obligan al llanto
y hundo la cara en mis manos
Mi penar es tanto
que más valdría un trombón
para arrastrar semejante peso
fuera de las puertas del regreso
Aporreo el piano y humedezco el marfil
porque volver a recordar es inevitable
mientras sea yo quien viva mi vida
Lucho porque no sé si quisiera
moverme hacia delante
o dar un paso al costado
—quizás andar de lado—
Ella sigue estando ahí
como un inmutable horizonte
que vomita infinidad de obstáculos
—corro hacia ella
los salto, los evado,
algunos me llevan por delante
y cuesta levantarse;
corro hacia ella—
Cuerdas que desatan mi locura
permítanme golpearlas
como las golpearon mis hermanos suicidas
tan abocados a la vida
que fueron cegados por la desgracia
segados por mi compañera callada
que me mira del lado opuesto de la habitación
con cara que he de conocer
hoy reconozco su perfume a tierra húmeda
y su magra piel
reconozco en mí su perfecto reflejo
Amada mía (por no decir tu nombre
y avergonzar a tus pálidos amantes),
¿me querrás cuando mi punto haya expuesto?
porque aquello que me mata
es lo mismo que me da vida
ya no sé si soy
algo más que un fantasma
Me atraviesa la idea de volver a verte
mañana cuando me odies
por serte sincero al extremo
y arrodillarme ante vos
como fervoroso religioso ante Dios
pedirte perdón
porque la fuerza me la das vos
y si no te tengo conmigo
no hago más que arrastrarme.
Todo eso quise decir en una canción
pero mi única invocación a la perfección
era una lastimosa melodía marchitándose
en cada compás
y tu nombre era lo único hermoso
que pude cantar
y la canción era de Serrat
y aunque no la escuche nunca más
sigue sonando tu imagen
y el dolor de la separación
de un alma en dos.

Aquel que miró el cielo

por. Facundo Ezequiel

Aquel que miró el cielo cuando la tierra se abría bajo sus pies
Anduvo pensativo muchas mañanas atrás.
Aquél traía de regreso las espinas de la flor caprichosa
Cuando el conspirador lecho de estrellas lo miraba,
Lo llamaba y le suplicaba en vocablos olvidados,
Ventosas palabras, suspiros callados, sollozos.
Aquel que oía cuando los otros sentidos callaban
Oyó sus pasos. Resonaban atrás. Lentos, y creyó oír agua
Pero nunca vio mar o río alguno que no vertiera
De su pecho incontenible.
"Si hubiesen palabras que pudiera pronunciar
para explicar la inexistencia de los bancos de mi seno
que abarca más de lo que veo y creo que siento..."
Pensó, y cada uno de sus suspiros era una palada.
Drenar el sentimiento líquido que lo ahogaba
Era más difícil que navegar sus mares montado a
Una vieja y desastrosa guitarra.
Pero este mar era del mármol más perfecto y frío
Y sus pies se estaban hundiendo.
Aquél trepó tantas veces fuera de su agujero que creyó
Que jamás podría quedar encerrado dentro.
Cayó sobre sí mismo y desde entonces el cielo está oscuro;
Aquel que miró el cielo cuando la tierra se abría bajo sus pies
Anduvo pensativo muchas mañanas atrás.
Su único amor era lo único que nunca tuvo y siempre quiso.
Ella era una estrella y todo cuanto la rodeaba era oscuro.
Él la buscó en el cielo tras cada pestañeo y como un nocturno Ícaro
Buscó elevarse hacia el objeto de su deseo en vanas alas de poeta.
Aquél traía de regreso las espinas de la flor caprichosa
Cuando el conspirador lecho de estrellas lo miraba,
Lo llamaba y le suplicaba en vocablos olvidados,
Ventosas palabras, suspiros callados, sollozos.
Aquel que oía cuando los otros sentidos callaban
Oyó sus llantos. Futuros. Pasados. Presentes.
Mientras,
Su razón vertía sueños.

Ella es muy puta

por. Facundo Ezequiel

Ella es hermosa y es tan buena que
ofrece su belleza a quien sepa apreciarla
y es tan hermosa que pocos no la saben apreciar
¿por qué sos tan puta?, le pregunté
y me contestó con un movimiento de cadera
y un gemido que me hizo ver las estrellas,
seguro que eso se lo hace a todos
aunque le guste fingir ser santa
tampoco tiene drama en que le dé
por el culo y yo le doy
le doy con mucho gusto
y ella grita
pero sé que nada jamás le duele
(siempre me pide más fuerte)
y a veces dudo si algo siquiera
le causa placer
y si jamás
podré complacerla.

viernes, junio 27, 2008

Para los que tienen miedo

por. Facundo Ezequiel

Les advierto :
muéranse de miedo :
no hay nada más
que esto
El que no se atreviese
a hacer el salto
del pecho
al hecho
no tiene derecho
a seguir ocupando
el infierno de los otros
El mito de Sísifo
será solo eso
cuando mueran los muertos
y vivan los vivos
esa roca
quedará erigida
como muestra de que nada
puede quedarse quieto
Mientras tanto
los temerosos
háganse el favor
de pasar de a uno
al patíbulo
Sean mis amorosos
Subterráneos

Composición 16

por. Facundo Ezequiel

Sé que después de hoy
no podré entrar más
a este museo
La mujer que limpia
me mira
yo le saco la lengua
y me río
No entienden que es así
el arte moderno
Que esto que pinto
es un halagador
desnudo femenino

Pies

por. Facundo Ezequiel

Siempre los desnudo
y los miro
deseando cogerlos
en el sentido menos gallego
Quisiera contorsionarme
de extrañas maneras o
a veces deseo
que fuesen de otro
para ahorrarme
el esfuerzo
De rodillas
como un japonés
empollándolos
con mis huevos
Mis pies son hermosos
¡Quisiera cogerlos!

En el ojo ajeno

por. Facundo Ezequiel

Me pregunto si a Bukowski
se le ponía dura
cada vez que estampaba
una concha
en tinta
Porque yo estoy
escribiendo
y tu concha húmeda
me pone como una roca

Esta concha
es a veces un invento
y otras
un recuerdo
Pero sin importar
su forma
o tamaño
siempre que la menciono
esa concha está ausente
y mi entrepierna
está en llamas

lunes, junio 23, 2008

Cruz cansada

por. Facundo Ezequiel

La cruz anda cansada
se arrastra y nadie la alza
¿será que se dieron cuenta?
El peso del cuerpo
ya es suficiente
y muchas veces sobra

Extraño caminar

por. Facundo Ezequiel

No es extraño este camino?
No es extraño el caminar?
Cuando ayer acá me paraba
hoy ya no me paro a ayudar
No es extraño este camino?
No es extraño el caminar?
Cuando acerco mi oreja a la astromelia
lo que escucho son mis lágrimas rodar
No es extraño este camino?
Extraño cuanto recuerdo
No es extraño el caminar?
Extraño el camino circular

jueves, junio 12, 2008

Demacocks

por. Facundo Ezequiel

Bag your wage
don't waste my time
said the plush monk to the king
whose army was about to be deployed
unto the coast under the cliff
near to the church
where the monk spent his life
trying to endorse
God's words to himself
All your earthlings demacocks
wont pass me by
Used to say the plush monk
raising his fist way too high
at least enough to make Jesus mad
Amen
answered the king

3 Haikúdeos, 2 Poemitas durante espera

por. Facundo Ezequiel

La paloma llevaba
una ramita en el pico
y se fue volando

***

El blanco yaciente
descansa bajo
el negro que se cierne

***

El circo se desmonta
al terminar el show.
El payaso llora.

***

Cuando el cielo se animó a llorar
la tierra que se reía a carcajadas
se ahogó con sus lágrimas

***

Si tu belleza fuese
tu inteligencia
serías la persona más fea
pero te veo día a día
sin poder negar que
sos hermosa

martes, junio 03, 2008

Hoy y ayer

por. Facundo Ezequiel

Hoy quisiera saber tu nación
si dormís donde te sueño
si pensás donde te veo
Saber si en tu tristeza
ocupo un grano de arena
Aquel tiempo me espera
como si cada paso
fuese una esquina
de una vuelta eterna
No puedo evitar la pesadilla
en la que te tengo que perdonar
aunque no hayas hecho nada malo
Mi cabeza ama la pared
de a cortos plazos
El día va a llegar
en el que todo sea llano
Amo ser yo quien entienda
que ninguno merece ser amado
Vos y yo
somos dos tristes puntos
en un triste páramo
Parodias trágicas
de cómico resultado
Vos riendo
Yo llorando
Vos llorando
Yo llorando
Vos fingiendo
Yo creyendo
ser algo

miércoles, mayo 28, 2008

Buen tipo este Adán

por. Facundo Ezequiel

Mi voz atorada en
una garganta
que no es mía
Tanto abandono
y tan democrático
que me dan ganas de llorar


Una vez anduve
el camino de otro
El viento me daba en la cara
silbaba en mis entrañas
y mis chinchulines apretaba
Quería hacerme saber
quién es el sueño
y quién el dormido


El cíclope se sentaba en su trono
cada mañana una sentada y un huevo
cada vez más grande
Una mañana el culo le sangraba
Había puesto el huevo más grande
del mundo


Feliz quien nace del culo
Feliz quien crece en el embudo
Feliz quien se sabe boludo
Feliz el hijo del ojo lechoso
Feliz el lame-culos roñosos
Feliz el filósofo religioso
Feliz quien prende velas en su aniversario
Feliz el infeliz que finge
Feliz el lector pijiforme
que en cada lectura que hace
pegotea su idea saltarina
(al voltear de cada hoja
su acabada mente se relame)


Mi voz se perdía
en bostezos
cada cual era un nombre
Cientos de buenos-hombres
mi diafragma llamó
proclamaba el embarazo
de lo ineficiente


Nacía la ineptitud
sin condiciones para hablar
Los forzados eructos
que pretendían discurso
eran la semilla
que germinaría en Nación


Mr. President
tell me what time is it
It’s time for a call
Shall I call for war?
Perhaps it’s time to draw
Shall I draw my Colt?
Perhaps i need a drink
Another glass of nigger’s blood?


Y así on and on
hasta que el gruñido de mi estómago
se convirtió en portavoz
Ahora hago pomas
por un dólar


Adán agradeció

lunes, mayo 26, 2008

Alma de un mendigo

por. Facundo Ezequiel

No seas mi amiga
No seas mi amante
pero como favor
a un mendicante
responde estos mensajes
arroja una lágrima dorada
en mi sombrero de agujeros
Yo muero de hambre
A ti te sobra el dinero

viernes, mayo 16, 2008

Ilusoria

por. Facundo Ezequiel

Un embrujo me hizo así
tonto y estúpido jugador
frente a los pozos más excelsos
y un juego de cartas perdedor
en mis manos danzantes

Una tecla hundida en el piano
que suena bajo el dedo encarnado
acaba el arpegio disonante
Mi nombre deletreado

Ciénaga de recuerdos
el Melancólico solo sirve de artista
porque en la vida...

Solo en el último acto
muere el protagonista
Yo me pregunto si a mi muerte
bajará el telón para siempre
En el entre acto
siento mi herida vaciarse

jueves, mayo 15, 2008

Luna callada de sentimientos

por. Facundo Ezequiel

Otrora nueva Luna
esa noche te esperé
como hoy para decirte
todo aquello que callé

Te veía entera hermosa
entre los copos de cosmos
que lloraban del allá
pero aunque creía verte
en tu luminosa totalidad
tu rostro sonriente
era solo una faz

Sol era yo
ahora lo veo
en la plena oscuridad
bien podría cantarte
por todos los días de amor que no te vi
cuando mi luz era tanta
que mi reflejo era en vos
y mi tonta imagen enamorada
todo cuanto admiraba

Podría arrepentirme
quemar las cartas que colman mi mente
las notas que abultan mis bolsillos
y como este
otros tantos poemas
pero no tiene caso negarlo
mi amor por vos era brillante
y superaba mi amor propio
ojalá supieras perdonarme
el amarte más que nadie
si te amaras como yo
te amo
vivirías encerrada
en tu reflejo
dorado

lunes, abril 28, 2008

Del Artífice

por. Facundo Ezequiel

No hay descanso,
y los llantos de niño
vuelven tras muchos años.
Tos desesperada,
cargada de dolor acéfalo.
No seré el eterno sufriente.
Hoy no moriré,
porque el deseo de hoy
es el lamento de mañana.
Si nací para sufrir,
moriré por ser feliz.
Deshilvanaré mis desilusiones
hasta el último día
del útero
y quedaré desnudo
ante el miedo,
frente al mundo.
Este soy yo,
el siempre cambiante,
el loco, el mudo,
el tonto que llora
cuando está solo
y que por ser solo
se cree dueño del mundo.

Alabanza

por. Facundo Ezequiel

No hay cosa más horrible, dijo la Reina,
que ser comida y escupida en esta vida.
Me entero de verdades cuando me peina
mi criada y desentraño alguna que otra mentira
cuando el polvo blanco cubre mi frente morena.
Dicen que no es bueno que una Reina salga tanto,
mas yo ando bajo el sol pues para Él soy su rosario,
y nuevas estrellas nacen tras cada uno de mis pasos;
tanto es así que si pudierais alejaros desta tierra
y mirarais hacia el vasto Universo, veríais deletreado
con el rocío divino mi Real agraciado Nombre,
y si llevarais el cielo diurno en vuestras venas,
el vuestro, lo mismo, plasmaríase en estrellas a su lado;
por lo pronto, en las noches, solo veo Mi Rostro y Mi Nombre.

jueves, abril 17, 2008

Todos mis poemas

por. Facundo Ezequiel

A L.M.A.

Deberías saber
que todos mis poemas
son el anverso y el reverso
de un único poema
dirigido a vos
En mí quisiste ver
decepción y frustración
pero nada de eso sentí
hasta que dijiste adiós
y volviste a tu ostra salvaje
de Venus de Botticelli
Siempre pensé
que el amor era suficiente, pero
¿cómo dar a conocer el amor,
cómo hacer entender
que uno pierde
algo más importante que la vida
al perder el amor?
Todos mis poemas
son la cara y contracara
de un único poema
de amor.

miércoles, abril 16, 2008

Monotonía del azul

por. Facundo Ezequiel

Y cuando el primer chorro era echado, Nagasaki, Hiroshima, era lo único que te venía a la mente, pero no era ni Hiroshima ni Nagasaki; uno se siente estúpido tratando de explicarlo pasando los 20 minutos del quinto chorro, pero era más bien como la radiación del sol, un presenciar en la carne esa terrible combustión, y al segundo caer en la soleada playa donde ese calor distante se tornaba placentero y no podías más que suspirar por lo acontecido y tal vez elevarte en sueños.
Pero al otro día todo se volvía pesado y pálido y triste, porque no había nada que te confirmara que eso no había sido un sueño.
Caminabas, entonces, pensando que el hoy era una pesadilla y no podías levantar la vista, porque al mirar a los ojos a la gente veías una cantidad de cosas abominables, cosas que eran un simple reflejo de lo que ellos veían en vos, y eso no querías ver, porque verte siempre te asustaba, y te veías desnudo, avergonzado.
Así te evadías, fingías pensar otra cosa, ver a otro lado «Cómo me gustaría un superpancho con papas fritas,» porque simplemente pasabas arrastrándote junto al carro del vendedor de panchos, y así a veces estabas tan gordo que no te cerraba el pantalón o terminabas con libros que jamás leerías o con grabaciones raras de óperas de Verdi.
Pero a veces decías «Mierda» y te sentabas con los ojos en algún mar de tu mente hasta enamorarte del dolor, de la mala suerte, de una chica embarazada, o, aunque parezca imposible, de vos mismo. Y dibujabas y escribías como un loco, esperando que alguien espiase mientras te hacías el distraído y te alabase; y de vez en cuando aparecía un tonto ingenuo con la ilusión perfecta de encontrarse con un artista desconocido y genial y entonces pretendías ser humilde y negabas tu capacidad de representar el alma humana de manera artística «Sólo dibujo... Sólo escribo...,» decías levantando los hombros y sonriendo nerviosamente, pero eso era parte de tu puesta en escena, porque cada segundo, cada cosa que hacías era una pincelada más en tu autorretrato.
Y tu nostalgia volvía; era tomar un paso atrás para admirar el lienzo. «Es solo un boceto,» te decías a veces, «¿Tantos grises estarán bien?,» te preguntabas otras, pensando que cada pincelada era definitiva; o la definitiva.
Caminabas. Te enamorabas, y cuando te distraías... ¡BLAM! Nagasaki, Hiroshima, todo el calor del sol, la playa, el sueño, y el despertar de una patada. Era una mujer y era tu arte.

viernes, abril 11, 2008

La moneda

por. Facundo Ezequiel

¿Acaso no es poeta
quien proclama a viva voz
una verdad silenciosa?
¿Es combatiente
quien justifica sus medios?
Del otro lado de la moneda
alguna vez
también rasgó la uña
y golpeó el suelo
La buena suerte
la lleva el indiferente
La mala suerte
es del ser consciente
La angustia es lo que le queda
a todo aquel que cruza
el puente de la vida
para obtener respuestas

Ermita

por. Facundo Ezequiel

Que la ley siga siendo
fría y estúpida,
porque si aprendiera a ver
nuestros pensamientos y sentimientos,
seríamos todos sentenciados
a la hoguera.
Prefiero creerme expósito,
sin padres ni hermanos,
nadie que cuide de mí
o mire sobre mi hombro.
Contemplativo y solitario,
cuando hallen mis huesos
los encontrarán lejos de los cementerios,
incrustados en un coral
de lágrimas secas.
Quien ama lo humano
odia lo humano.

lunes, abril 07, 2008

En expansión

por. Facundo Ezequiel

De este a oeste
de norte a sur
y en todas direcciones al mismo tiempo
se potencian mis intenciones con mis palabras
con cada mirada
y deseo de caricia
se acerca el desprecio
rozándole el hombro a la locura
de espaldas a la vida
mientras yo me expando
y envuelvo poco a poco
todas estas cosas que me siguen
y apuran mis lágrimas
Como un cerdo
hambriento de experiencia
no dudo en atragantarme
con bocados demasiado grandes
y no me arrepiento
aunque me cueste
lo que no tengo
Sí sí sí
es amor a la vida
o amor al conocimiento
Si un lisiado puede
amar a sus piernas
yo amo incluso
a quien me golpea
y agradezco sus caricias
y beso sus pies
y sus manos
que una herida
vale la herida
Amo también
al indiferente
pero pretendo enojarme
para no ofenderle
y abrazo la ironía
del que no ama,
no amó
ni amará,
porque lo amo
más que a un hermano
Amo a la vida,
¿qué importa si ella me desprecia?

viernes, abril 04, 2008

Vacío o bacante vacacional

por. Facundo Ezequiel

Faros y vendimia
olfatos frutales
y falos erectos de desidia
Mujeres sencillas
arrojadas a los estómagos
de quienes no eructan satisfechos
en sueños de onanismo
respiran agitadas melodías
y cantan palabras que solo sus pechos entendían
Se invocan dioses paganos
en desesperados arranques culminados
Un asomo de felicidad
en la mueca de un postrer sueño
y el aroma acre del más allá

Bocetos

por. Facundo Ezequiel

Hasta hoy
un prolongado ensayo sin alma
Pero hoy
bocetos son arte
gran parte de vida
o entera vida
del artista
Elementos de la tierra
respiran sin aire
y se mueven
como luengas piernas
Piernas serenas
al servicio de la arena
o castillos fugaces
de haber manos infantiles
geniales ideas pequeñas
enormes proyecciones fantasmales
y nueces maduras cazadas al vuelo en viejos nogales
El amor es genial
y es genial el amante
que muere por morir su amante
Inocentes langostas
entran por crueles ventanas
y su muerte no será llorada
Señal de Apocalipsis
esta plaga
La madre amamanta
pero si supiera que su hijo
gozará más de beber
de otros pechos
su amor egoísta
lo mataría de hambre
Salvación es un rito
de los cobardes puritanos
La ciega maldición
del tibio escapismo
de los hijos de Dios
Muerte
Muerte
Muerte
Muerte y todo lo que queda
cuando ya no queda
nada que hacer
nada que dar
Muerte y Nada
después no importa
sino al que queda
Sufriente y Solitario
como todo ser humano

jueves, abril 03, 2008

La persona más triste del mundo

por. Facundo Ezequiel

Una conspiración de estúpido sinsentido
rodea todas las cosas que quiero,
quisiera querer,
o que en cierto grado me importan
y el aglutinamiento de toda la angustia en mí
provoca una especie de tumor emocional,
un sólido desborde de mis cabales
un forcejeo loco en la camisa
de las restricciones púdicas —morales
si pudiese convertirme en una hoja muerta
y caer del árbol de la vida
y dejarme llevar por el viento
para no llorar las cosas que perdí
y el único amor que no volveré a tener,
creo que lo haría
porque una hoja acariciada por el viento,
aunque muerta,
es más feliz que un facundo, vivo,
pero sin el roce de quien le inflige vida
La calma me es ajena
siendo mi mente un maremoto de erotismo
ya no quiero jugar a ser feliz
quiero llorar
porque soy
la persona más triste del mundo

martes, abril 01, 2008

Severa levedad

por. Facundo Ezequiel

A L.M.A

Todas las mujeres son
el fantasma impreciso
de esa única mujer
y yo pretendiendo cruzar
el umbral de la vida
y la muerte
para traerla de vuelta
no logro más que lúgubres desengaños
y fragmentos de ella que se me clavan en el pecho
para ya no saber
si el fantasma soy yo
o si son de ella
estos despojos de ser

La existencia no me es clara
y las cosas que de ella dependen
se me antojan extrañas y pálidas
pues en pretérito amo y siento y veo
pero nada me es presente
más que vacío y desconsuelo

lunes, marzo 31, 2008

Apología al caminante

por. Facundo Ezequiel

Odio a la gente que pasa a mi lado
mirando al frente
y no me mira
Escupo sobre el camino que voy a andar
pero nunca escupo a los lados
Permito que me embarren los autos
pero no dejo que me vean resbalarme
en la basura que me tiran
En cierta manera soy un ángel moderno
así que no vengan a hablarme de cielos
que me cuelgan las bolas hasta el suelo
y el de etiqueta desde el subsuelo
pretende pincharme mis futuros hijos
A ver si soportan lo que yo soporté hasta el día de hoy
A ver si caminan la mitad de lo que caminé
porque no es cuestión de andar el camino correcto
es cuestión de andar la mayor cantidad de caminos
de mear siempre hacia abajo
y caminar siempre cuesta arriba
sin importar las reglas del caminante
que dicen que todo pobre tipo que sube
alguna que otra vez tiene que bajar
y ser meado desde arriba
Así que ustedes que se creen inteligentes
ustedes que creen ser correctos
ustedes que creen andar con sus pares siempre inferiores
ustedes que imponen modas por si las moscas
ustedes que no entienden y pretenden interpretar lo que no es
ustedes ángeles y atractivos que jamás fueron empujados
ustedes aburridos y salvajes que pintan paredes de blanco
ustedes amebas y espermas afixiados en látex
ustedes que me hablan a las escondidas
ustedes que susurran a las espaldas
ustedes que le tienen asco a la vida
Ustedes me creen igual
pero si se permitieran ver y escuchar
verían que no me ando con vestiduras
y todo es sencillamente lo que es
todo en mí
al menos
lo es

Hermosa y amada

por. Facundo Ezequiel

A L.M.A

Ser hermosa y ser amada
tiene también sus desventajas,
eso si no te gusta ser observada,
si te incomoda la caricia amorosa,
si te cansa en todas las palabras tu retrato,
si te aburre que otros dedos aren tu pelo,
si te altera el respiro en tu cuello,
si el masaje en tu espalda te ablanda
y en tus sueños no hallás más palabras
sino el rico fluir de un río,
si te resultara más leve el peso del día,
si no encontraras trabajo alguno más que ser,
si comenzara a dominarte el placer de sonreir a la intención,
si empezaras a extrañar a alguien
y ese alguien regresara cada vez que lo desees.
Como ves, ser hermosa y ser amada
tiene también sus desventajas.

sábado, marzo 08, 2008

Féretro

por. Facundo Ezequiel

Sé que mi vida natural
se acabará a mis 44
porque a mis 22
la arena del reloj
se acabó
y el reloj
se volteó

El ahora nuevo valiente
sufre lo mismo que el ayer cobarde
pues a nunguno de los dos se los bendice
con la Única Correspondencia del amor tajante

El tiempo es una herida abierta
las horas se me escapan a borbotones
y como todo aquel que se sabe muerto
cada palabra es una declaración
un paso más en la espera circundante
de aquel último seco borbotón
"¡Quítenme 10 años si no cruzo una lluvia
por las cosas que amo!"

viernes, marzo 07, 2008

Con la loca mordiéndome los talones

por. Facundo Ezequiel

Esperaba sentado —enlatado entre un banquero peludo como un mono y una negra famélica— por mi corte de pelo. Frente a mí una mujer psicótica y su marido, un tipo que parecía agradable, quien leía una revista de periodismo glamoroso, esperaban su turno también. La loca me vio mirándola y por un segundo empezó a parpadear y casi a convulsionar con los múltiples tics que la atacaban, de pronto mete su mano en la cartera y se abalanza gritando sobre mí con uno de esos aturdidores eléctricos que las mujeres llevan para defenderse de los atacantes.
—¡Controlá a tu mujer! ¡Controlá a tu mujer —gritaba yo mientras me tiraba hacia atrás intentando evadir la punta eléctrica de su aparato fálico ayudándome con la suela de mis zapatillas.
El marido, con unas maneras de lo más apacibles, llamaba a su mujer, casi amaneradamente, sin levantar la vista de su lectura.
—Marilú... Marilú... Dejá al muchacho... —como esos padres que no demuestran convicción alguna al retar a sus hijos salvajes.
—Podés pasar —me dijo mi peluquero y yo me arrastré asustado hacia la silla de cuero giratoria.
Apenas me senté, me di cuenta que la habitación estaba cubierta de espejos y mirara donde mirara me veía a mí mismo; si miraba hacia arriba podía llegar a ver las suelas de mis zapatillas, y, si miraba un poco a la derecha de ese punto, podía llegar a ver la parte de atrás de mi oreja izquierda. Incluso había ciertos espacios en la habitación donde la luz se reflejaba tantas veces que podías ver gente que se había sentado en esa misma silla hacía más o menos 20 años; así lo delataban los pelos abultados y las enormes hombreras entre destellos de colores flúor. Entonces vi un nene que me pareció conocer de algún otro lado. Era un chiquito simpático con su cabecita cubierta de enmarañados tirabuzones, rubios como el mediodía. Un chiquito tímido que no hablaba excepto cuando le preguntaban algo, o eso parecía, según las muecas mudas de las personas que lo rodeaban, incluído mi peluquero, solo que esta última figura, su voz, tenía sonido y en verdad, tardé un segundo en enterarme, no era ningún reflejo, era mi peluquero en carne y hueso, preguntándome cómo andaba y qué quería para mi cabeza.
—Un juego nuevo de ideas —le dije, y él, con su velocidad de peluquero, comenzó a hundir sus tijeras en mi enorme cráneo y a moldear todo dentro de él hasta que me relajé y dio por finalizado su trabajo.
Le agradecí y le pagué los $15 a la señora del mostrador, di las buenas tardes a todos y salí corriendo con la loca mordiéndome los talones.

lunes, marzo 03, 2008

Euritmia

por. Facundo Ezequiel

Mis manos son el esperma de Dios,
mi mujer es el óvulo
y mi arte el producto de todo el amor

Santa ballena de la creación,
magnífico mamífero nadador,
nuestros sueños marítimos
son el colchón donde descansa
su dulce deseo de algo mejor,
nuestras ideas son peldaños
hacia la antigua perfección

Griego: sabías más de lo que sabemos hoy,
tu saber se fue con el arribo del
despótico monoteísmo.
Aún hoy es cierto que solo sabemos
que no sabemos nada

Sí, me acuesto en la nieve de verano a mirar el smog.

Cortes y más cortes,
tijeras y filas de hombres
encadenados todos ellos por el cuello,
buscando una galleta y una palmada,
buscan complacerte, hacer las cosas bien,
pobres eunucos;
jamás podrán complacerte,
señora de la eugenesia

Me planto, entonces,
canto viejas melodías populares,
canciones de otros pueblos que jamás visité.
Hay ritmos agitados y cambiantes,
melodías percusivas y sonidos ofensivos,
de pronto emerge mi sangre negra
y grito palabras que jamás escuché;
ella se limpia y me agradece.

Del sinsentido

por. Facundo Ezequiel

Grandes úteros del conocimiento
déjenme fecundarlos.
Hermosas meretrices de la sabiduría
permítanme merecerlas.
Mis viajes son cortos y mis poemas
lo son mucho más,
si por gracia divina o por chiste universal
quisieran alargarme la vida,
no extiendan mucho mi placer
y enmienden mi virtud con humanidad,
déjenme vivir como los demás.
El resto no siempre es disminución,
el resto a veces es la suma o evolución;
no es fácil respetar lo que no vemos,
por eso respeto los sentidos
y mi lengua camina muchos caminos
y mi oído navega muchos ríos,
y aunque me aburro seguido
por repetir los sinsentidos
que me hacen divino,
entiendo que es mi trabajo
no sonreir cuando tropieza el enemigo,
y si me siento especialmente malvado,
ayudarlo a levantarse,
sacudir la tierra de su traje
y besarlo en las mejillas
esperando que me golpee.

jueves, febrero 28, 2008

Sobre la vida

por. Facundo Ezequiel

Ay de nosotros que damos la vida por sentado
y nos olvidamos de respirar
y respiramos
Como orgullosos merecedores
no nos cuestionamos
y asumimos que somos sagrados
y la vida nos grita
pero para nosotros es otro suspiro
que se desvanece a nuestro paso
Estoicos condenados a muerte
por ignorancia vivimos por siempre
parados al borde del cadalso

Solemnes campanadas que anuncian siempre
que la hora es en que las sombras desaparecen

La angustia persigue a quien ancla en lo fugaz
al que contempla las cosas que vienen y van
Pero nosotros nos reímos
como solo nosotros podemos reírnos
nos reímos
como solo puede un desgraciado
Ay de nosotros que damos la vida por sentado

Vuelta a mi dominio

por. Facundo Ezequiel

Mi mente explota
y los reciclos de pensamientos
no me dejan
y tengo que dar vueltas
y tengo que vomitar,
abrirme y darle paso
al loco yo que hace destrozos
al inmortal suicida
que continúa con hojas
repletas de palabras
abriéndose las venas
y dejando fluir
su sangre azul
de príncipe de las tinieblas
que en su inflorescencia de río
describe el camino
a la libertad humana,
al infierno celestial :
al mar de lágrimas.

lunes, febrero 25, 2008

Post mortem nihil est (después de la muerte no hay nada)

por. Facundo Ezequiel

Un punto no dice nada,
pues permanece el verso que lo precede.
Un punto no acaba nada,
pues es contención de un espíritu
más grande que el tiempo
y los espacios.
Todos los puntos no son nada,
y sin embargo se expanden,
y en ellos el todo
que todo lo abarca
se convierte en nada
pues nada es todo
y todo es nada.
En un punto no hay infinito
y sin embargo
todo final
es al mismo tiempo
un comienzo.

El Poder no existe, solo la Debilidad

por. Facundo Ezequiel

El Poder no existe, solo la Debilidad.
Me patearon las costillas al decir mi pensar
Pero mis ojos brillaron con el orgullo de lo inmortal;
Ni una lágrima de vergüenza;
No seré jamás sublevado pues no hay fuerza
Que ejerza en mí alguna influencia.
El Poder no existe, solo la Debilidad.
No hay leyes para el que piensa,
No hay obligaciones para el que se esfuerza,
No hay cosa alguna que tuerza mi meta.
Quisieron educarme, inculcarme moralidad,
Dieron media vuelta y olvidaron su enseñar;
Desde entonces es bastante claro para mí:
El Poder no existe, solo la Debilidad.

martes, febrero 19, 2008

Algo de mi arte

por. Facundo Ezequiel

Mis palabras son mi expresso,
mi tren de expresión;
Mi boca es la barrera,
tu oído la estación;
el aire es la vía,
es la vida,
nuestro espacio de contención,
Y ¿es el cielo alto?
Ni tren ni avión
Algo más que tren y avión
Mi arte, mi eterno Amor.

Sobre el anhelo

por. Facundo Ezequiel

Somos únicos,
especiales y sencillos,
nuestros lamentos:
motores de todo lo bello
todo aquello que amamos
sin religión que empañe
hermosos sueños plañideros,
impensables, naturales;
dos gotas de rocío en una hoja

viernes, febrero 15, 2008

Oh tímida pluma

por. Facundo Ezequiel

Oh tímida pluma
que a mi lado tu sombra proyectas
y silenciosa, volando, te apuras
a esconderte en las esquinas

Tan suave es tu vuelo
que equivale a mil poemas
Tu arrastre enigmático que acompaña al viento
complace mi alma, imita las fragancias
que mi ninfa llevaba

Oh tímida pluma
tu ritmo comanda y llama a mis lágrimas
Si muriera hoy iría sin duda
a descansar donde descansas,
no muy lejos, donde te dejó el viento

Knicker (h)anger (Sick pome)

por. Facundo Ezequiel

O for her knickers hang
from my shower's handle.
My train of thought
is lost, gone under.
I rage, despair, and loud
I cry, O my! My mouth!
How can I be polite?
Her panties were loose,
ne'er tight.
Her legs spread wide,
but I never was
in between 'em.
My stomach revolved
and so did the barrel,
when I shot her.

lunes, febrero 11, 2008

América

por. Facundo Ezequiel

Camino despierto pasando todas esas barras de bocas,
hijas de una nación de estrellas;
Despierto y parado, alto, en una esquina, respirando
el asfalto y, como si el humo oscuro fuese dulce suspiro, miro
al hombre trabajador y me alegro porque es feliz
viéndola pasar y ella es feliz, como no podría ser
de otra manera —es hembra y es perfecta.
Es la América del Sur, relegada a ser el punto de
referencia, un punto imaginario para poder ver
hacia Arriba.
Es la América de la vergonzosa salvación
donde clavo mis pies y miro hacia dentro;
jamás me arrepiento de ser yo.

martes, febrero 05, 2008

Carta de navegación

por. Facundo Ezequiel

Muchos olvidan que vivir no es
una extensión de la llamada Muerte
y pretenden oxidarse de lágrimas,
pero yo, mi amigo, perdí amores
y almas, muchas, me abandonaron
y aun así me alejo de lo inevitable
y dejo en el arte mi descendencia,
mi mural de verbos nómadas,
decadentes para muchos,
punto de partida para otros,
mis hijos que repudian lo que fui
y hechan raíces en lo que seremos:
Dejaré que naveguen en mis ojos
y anclen la esperanza en mi ser.

lunes, febrero 04, 2008

Unmistakeably the loss of first-sight love

por. Facundo Ezequiel

Well, sat in sad parks
and cried beautiful, yet desperate, tears
for the young daughter of perfection;
though that all happened a moment ago
the gray vision vanished from my soul
and left a goof feeling on my throat,
Unmistakeably the loss of first-sight love.

jueves, enero 31, 2008

O nymphs!

por. Facundo Ezequiel

To the anonymous nymphlets
that guided me halfway
from center Ramos Mejía to my house

O nymphs!
My eyes!
If I had them not
Yer scent
Would stab
My brains.
O nymphs!
My eyes!
Yer sight
Excites
My limbs,
Yer hair
Prepairs
My life to
Forget.
I run
And fast
You bend
And tend
To laugh;
My life,
Thy game.
O nymphlets!
O childhood
Of infinite futures,
O sprinkles holy
Of crashing waves
Yer hands fare me well
Yet destiny says
That is not my case.
O nymphs!
If I was to be
The one man
You lose your clothes to,
What manhood could remain
When this unrestrainable desire
Turns me insane?
O nymphs!
Thy skin
I'm keen
To meet.
O nymphs!
Imagination
I swear It's not
Depravation
But salvation
With clothes on.

lunes, enero 21, 2008

Hacia (y gracias)

por. Facundo Ezequiel

Incómoda comodidad...
porque tus garras me acarician
y en mis sueños tejen debilidad
Incómoda comodidad...
porque tu mano es mi pie
a la derrota

Qué no te daría, estrellita mía

A L.M.A.

Perdí mi norte y mi estrella guía;
Mi único amor me dejó por necio
Y ni siquiera puedo estar de acuerdo,
Pero todo de mi amor yo acepto,
Incluso esta forzada apoplejía,
Esta parálisis que me ha dejado
Sin nombre en el extenso cortejo
Fúnebre, en fila y, como otros, perplejo
Porque, anticipado, evadió el reflejo
El golpe seco que venía llamando
Y como a un niño me dejó en llanto,
De rodillas y por favor rogando
Por lo que más quiera no me dejara;
Todo le daría si me aceptara.

jueves, enero 10, 2008

Siesta

por. Facundo Ezequiel

En algún lado
Del otro lado de la lluvia
Sé que espera mi hermano
Como sombra de mis actos
Y admira aquel cuerpo adormilado
¡Que mire!
Si supiera que ese cuerpo cansado
Jamás bostezará ni reirá borracho
¡Que mire!
Si no sabe que ese sueño
Será un sueño demasiado largo
Demasiado largo para ser reparador
Demasiado largo para ser conciliador
¡Que mire!
Si gustara de saber
Que ese cuerpo tendido
A la sombra de la vida
Es el mío
Y es el de él.

miércoles, enero 02, 2008

En el duelo (Tango)

por. Facundo Ezequiel
A L.M.A

Tiemblo
Y no es miedo
Y no es frío
Sos vos

Es mi amor
Desoído
Olvidado
Por vos

Y quisiera que duela un poco más
Este dolor que pesa
Porque no puedo caminar
Hasta la tumba
Será mi carrera tan vulgar
Que se me ríen las putas
Y yo en vez de llorar
Uso otra risa como excusa

Sufro
Y en el suelo
Solo encuentro
Dolor

Pierdo
Y en el duelo
Solo pienso
Amor

Si se me fuese este pesar
Si se me fuera
Ya no sabría qué pensar
En la garúa
Verás mi sesera marchitar
Viejos sueños de luna
Y yo en vez de llorar
Cantaré canciones fuscas

sábado, diciembre 22, 2007

La fábula del hombre loco, la mujer perdida y el amor recobrado

por. Facundo Ezequiel
A L.M.A

EL AMOR

Heme aquí,
Cuando creía que viviría
Por el resto de los días
Sin brazos con que abrazar,
Sin piernas con que andar,
Una mujer extraviada se tropieza
Con mi cuerpo amputado
Y arremete contra mí
Arrojándome más allá de la vista,
Como si fuera yo el causante
De su desdicha,
Mas al mismo instante
En que mi cuerpo al suelo llega,
Oye mi caída un ingenuo
Que me busca y me encuentra,
Y me mira y me valora
Como si fuese una joya,
Un tesoro que valga
El hundirse en la tierra
Y respirar el azufre
De la condena eterna.
¡Alas crezcan en su pecho!

Cuando entre sus costillas
El pulsar de su corazón
Parecía quebrar la distancia
Entre el cuerpo y el alma,
Una visión tan hermosa
Como tortuosa
Atacó la fuente
Del infortunio,
Del espíritu doblado
Y, con una estocada que se gestaba silenciosa,
La misma razón del temor del ingenuo.
La Mujer.
Era obvia y la conocía de mucho antes
De siquiera pensar en alcanzar verla.
Venía así ella,
Cargaba con un camino a sus espaldas
Y con la esperanza en su cara.
Errado había,
Desde hacía mucho el camino equivocado
La conducía por tierras desconocidas
Y ahora se disponía,
Como en todo momento
Que a su consciencia oía,
A continuar sin mirar
De dónde venía.

LA MUJER PERDIDA

Aunque mi mula me lleve por accidentados caminos
Y, al desmontar, las piedras en mi calzado
Me obliguen a conducirme de rodillas,
Jamás me quitaré una bota para sacudirla,
Ni desandaré mi recorrido
Para tomar el buen camino.
Mi mejor amiga, mi mula,
Me enseñó más cosas en su andar descarriado
De lo que jamás supieran mil sabios,
Acumulando la totalidad de sus años.
La lástima, el destino, el remiendo,
Yo no sé de qué están hablando.

EL HOMBRE LOCO

Así como el viento mueve el gallo
En las alturas del tejado,
Mi ánimo cambia de rumbo y me lleva
De la feliz levedad al tortuoso océano.
Soy paisaje en este mundo;
Mi vegetación no es más que
Un espinoso rosal desflorado
Y mi fauna es tan sólo un monstruo
De siete cabezas, todas ellas insanas.
Soy el hombre loco
Soy el desértico deseo
Soy el infértil soñador
Soy el perfecto moribundo
Soy una muesca más en su cinto
Soy Facundo, el desdichado.
Y mi cabeza restante
No es más que un observador,
Pero, temo yo,
Es la cabeza dominante.
Si palabra alguna pudiera decir
Para que esta Mujer se pare
Y me oiga aunque sea un instante
Pronunciar mi abrumador sentir...
¡Pero no!
Mi boca se abre
Y quisiera no ser yo
Para reír de lo que oigo,
Que en ridículo me pongo.
Díganme loco, no me interesa,
Te aconsejo a pesar de mis deseos,
Porque soy muy pequeño
Si me comparo con el Universo,
Y hacerle un bien al ser más perfecto,
Darle en ofrenda mi pecho
Es mejor recompensa
Que forjar un falso Cielo
Que más tarde o más temprano,
Por esconder en lo profundo estas verdades
Acabarán dándole forma
Al más oculto de los Infiernos
Y al más doloroso de los castigos
Eternos.
Andate con otro más inteligente,
Con alguien que sepa mantenerte.
Ese es mi consejo,
Consejo de un hombre
Que conserva fuertes su raíces
Pese a que en su sitio sólo engendraron
Una idiotez difícil de mover,
Y digna de temer.

LA MUJER PERDIDA

De temer, ciertamente,
Es esto que surge de mí
Y no lo esperaba.
No soy tu madre ni soy tu hermana
Y me urge abrazarte y besarte
Con ternura y consolarte
Con mi cuerpo olvidar
Que nada de vos me atrae,
Salvo quizás algo en tu sintaxis,
Que me dice que no hay tanta idiotez
Como la que se anuncia en tu consejo,
Por eso, dejame desoír lo hueco
De tu sugerencia,
Que el miedo no me espanta
Y la entrega a lo que venga
En mí yo aprecio.
Dejemos que nuestros cuerpos decidan
Y luego que el trabajo de mente defina
Si hemos de acompañarnos
Por ese breve tramo del camino
Que llaman vida.

EL HOMBRE LOCO

Pese a mi miedo al andar,
(Mi vida toda fue estática)
No me opongo a la idea
De tomarte de la mano,
De conducirme con los labios
A aquella región vertiginosa
De la que, según han comentado,
No hay retorno ni regreso,
Sólo el alivio de un final falso.

LA MUJER PERDIDA

Dejame hacer mío
El momento de consejo y decirte
Que valiente no es
Quien no ha visto miedos
Sino quien habíendolos visto todos
Jamás se vio amedrentado.

EL HOMBRE LOCO

Eco extraño,
Esas palabras llegaron tiempo ha
A mis oídos,
Mas siento que apenas hoy
Las he escuchado.
Con mi boca, con mis labios,
Con mis manos,
Dejame decirte
Que las he entendido.

LA MUJER PERDIDA

Amar quisiera que me ames,
Pero tus manos ociosas y lentas
Jamás me llegan.
Tenés que apresurarte, antes que arribe
El cambio de estación
A mis emociones.
Siento el otoño,
Ya el invierno,
Y sin provisiones dejaste
Mi cariño.

EL HOMBRE LOCO

¡Si coincidieran nuestros veranos!
¿No hay abrigo en mi deseo?
¿No hay paciencia en tu carácter?
¿Por qué me das esperanza un segundo
y al otro me la has quitado?

LA MUJER PERDIDA

Perdón si no contesto,
Pero mientras tu lamento te ha demorado,
Yo continué andando,
Y tu voz lastimera casi no oigo,
Casi tan lejos está
Como estuviesen tus manos
Cuando más las hube necesitado;
Que te duela mi silencio
Diez veces más
De lo que me dolió el tuyo.
No tengo tiempo,
No voy a parar
A consolarte,
Ya grande estás
Y no soy tu madre
Para acudir a tu llanto.
Mi mula me dice,
Ella me enseñó
Y yo aprendí:
El camino pasado,
Pisado, no olvidado,
No tanto revisado,
Jamás retomado.

EL HOMBRE LOCO

Tanto temo que tu mula
Me ha transmitido su saber,
Al punto que su paso mantengo tres pasos atrás,
Y, no pudiendo adelantarme,
Me veré obligado por siempre
A torturarme con la hermosa vista
De tus espaldas divinas.

jueves, diciembre 20, 2007

(No hay) iniciativa en la desidia

por. Facundo Ezequiel

Me acuesto y no me propongo dormir
Miro el techo
Observo cómo carcome
La humedad
Cómo se deja poseer
La sucia pintura
Corro la vista un poco
Miro con atención el devenir del todo
El absoluto no me convence
Ni me llama la nada
Los papeles se ponen amarillos
Por la misma razón que mis paredes se tornan negras
Será que nada es como debe ser
Todo es aún algo que no es
O quizás no somos
El eterno devenir
El cambio
El fumar un cigarrillo
De biblia o de mariguana
Da lo mismo
Siempre se acaba
En el misticismo
En la metafísica
De la duda
Eterna

CLACK-CLACK
Don Pijote de la Garcha
Y Rancho Paja
Amigos!
Me corro una paja
Pensando en la muchacha
Que
Recuerdo
Amé
CLACK-CLACK
No es romántico?
Fuera Lugones
U otro pajo-palmo
Quien precediera
Mis borbotones
De semen

Y las estrellas que nos suceden
Al desvanecernos en el placer supremo
Se hacen de nuestras mentes
Nos sodomisan
Y pretenden ilusionarnos
Al mostrarnos lo que nos perdemos
Las 20 horas restantes
Cuando no nos tocamos

El que sueña sabe que nada es cierto
Y el que bebe sabe que nada es cierto
Y el que piensa sabe que nada es cierto
Y el que sufre se engaña sufriendo
Y el que goza se engaña gozando
Y el idiota se engaña creyendo
Yo
Por mi parte
No me arriesgo a juzgarme
Pero falto de moral
Moralizo a los demás
Y digo
Víctima del cristianismo
No hagan lo que no quieran
Que les hagan
A ustedes

Tal vez hoy
Haga algo más
Que mirar paredes
Sabrá dios si lo creo!

lunes, diciembre 17, 2007

El pedo

por. Facundo Ezequiel

El culo mozo sopla
un aliento infernal
que sin ser de azufre
todos, menos él, lo sufren
y revientan tales capullos
de rosas chinas
que mueren al otro día,
marchitas sin respiro,
pues el culo el último
aliento al infierno
ha anexado.
Y de ese pedo
tremendo
el recuerdo fétido
me obliga a olvidarlo
dejándolo plasmado
en estos malos versos
que nunca jamás
en lo que resta de mi vida
volveré a mirar.

El más triste náufrago

por. Facundo Ezequiel

¿Puede un hombre ciego
ser juzgado por cruzar
algún semáforo en rojo?
Entonces no me juzgues a mí
que los errores del necio
son los colores del ciego.


¿Qué te parece que siento?
Cuando la persona por la cual
darías tus brazos
te da la espalda
se siente como si
te cortaran las piernas.


¿Quién soy?
Todo lo que pretendía
se me fue entre los dedos
y la esperanza era mi motor.
Supongo que ahora soy
solo soy
el más triste náufrago.

Ingenua traición

por. Facundo Ezequiel

He aquí un accidente
incidental por pereza
Malentendido autista
No limado y lijado
Conserva de aspereza
Pan de trigo de ceguera
que alimenta el silencio
y engorda la tiza
que segrega distancias
Ahora yo acá
y vos allá
y un espacio imposible de cruzar
Yo acá
Vos allá
y el silencio que grita
y calla la razón
Silencio obeso
y remolón

Eso que se dice vivir

por. Facundo Ezequiel

A lo que la vida apunta
Cuando a dos junta
No es broma ni joda
Es el destino, droga
Del creyente, horma
Del ausente, solamente
Un grito a la moda
Del suicidio pasivo;
Eso que se dice vivir.

Genio creativo

por. Facundo Ezequiel

Viva el mundo que he creado
sin más que mirar con el tercero de mis malos ojos
Al final nada vale
si la obra consciente no pertenece
a la voluntad que nos favorece
a ese carácter que unos llaman genio
que muchos pueden ver
y muy pocos lo poseen

Mayéutica

por. Facundo Ezequiel

Superior porque no depende
de las palabras
y a su mente justificó
una simple idea
Pero qué puedo decir yo
cuando es muy cierto
decir que no sé nada

Nostalgia

por. Facundo Ezequiel

Veo a este niño siendo atacado
y miro su media sonrisa
entre el sollozo y la risa
y no me conmueve
ni me provoca
entender el por qué de su lucha.


Pero me resulta inevitable
desviar la vista hacia ella.
Y entiendo la sonrisa.
Pero esa mujer está lejos
de este hombre.
Y se me nubla la vista.

Un día en la Tierra (ni siquiera eso pido)

por. Facundo Ezequiel

El vulgo propone el eterno recuerdo como bendición
y pretende que el olvido sea castigo de Dios;
sin embargo encuentro que la vida existe
(¿por qué no creerlo así?)
en algún lugar entre medio;
y como nadie es la excepción,
y porque todos "somos" juntos,
no me creo mejor si no me olvidaran,
o si me relegaran al olvido.

lunes, diciembre 10, 2007

El canto del sr. Pesado

por. Facundo Ezequiel

El enfermo sr. Pesado cantaba muy alto
Y enfrentaba a la gente con su voz de bajo
—¡Pare, Pesado, pare un instante!
Y el gordo petulante (sr. Pesado)
Respondía cantando

Mia panza e flándula
Batte mio ómbligo
E vos es-cu-chá!
E vos es-cu-chá!

Se retiraban los oyentes
Se retiraban
Ineluctablemente
Llorando
Y entre carcajadas obesas
El enfermo sr. Pesado se retiraba
Se retiraba cantando

Voto de muerte

por. Facundo Ezequiel

El fondo del río permanece
Inundado en lo dulce
De lo frío
De la muerte

El gorgojeante cantar nebuloso
Del ahogado
Hinchado
Sube en forma de gases
E invade el éter
Hediondo
Y putrefacto

Silban las carnes ansiosas
Buscan los néctares
De frágiles ánforas

Cantares
Olvidares
Hundires
Surgires
Vertientes sanguíneas
De lejanas venas
En bañeras negras
Un guiño infantil
En una hoja
En un filo
Ex figlio
Defunctus

Gran Nación Tenia

por. Facundo Ezequiel

En crisálidas tejidas en mierda
El feto abortado de la pasión se retuerce
Preparándose para dar forma
A una nueva gran nación

El mierdáculo se quiebra al fin
Y deja ver las alas diarreicas
Del deforme ser que mutó
Y renació nación Tenia
Del intestino de este buen mundo

Vomita el gusano alado
Un lider que lidere su empinado
Descenso
Y entre el excremento
En consenso
Crea al ciudadano seguidor

Jueces y mercaderes
Sacerdotes y delincuentes
Putas y maricones
De a uno y por turnos
Salen alternadamente
Por la boca y por el culo
De este ser ponedor

Todos juegan sus roles
Todos cantan y comen
Y cagan y cojen
Por el mismo agujero
Y extienden sus sonrisas
Hacia el trasteado horizonte