lunes, junio 30, 2008

Alma en dos

por. Facundo Ezequiel

El flautista se lleva mi rata
y su recompensa no es grata
¿cómo pagarle si no queda nada
tras el hambre de aquel roedor?
Solo el tiempo que no cede ni concede
sabrá decir quién ganará —si se gana— y quién pierde
Mis piernas quebradas de cansancio
me obligan al llanto
y hundo la cara en mis manos
Mi penar es tanto
que más valdría un trombón
para arrastrar semejante peso
fuera de las puertas del regreso
Aporreo el piano y humedezco el marfil
porque volver a recordar es inevitable
mientras sea yo quien viva mi vida
Lucho porque no sé si quisiera
moverme hacia delante
o dar un paso al costado
—quizás andar de lado—
Ella sigue estando ahí
como un inmutable horizonte
que vomita infinidad de obstáculos
—corro hacia ella
los salto, los evado,
algunos me llevan por delante
y cuesta levantarse;
corro hacia ella—
Cuerdas que desatan mi locura
permítanme golpearlas
como las golpearon mis hermanos suicidas
tan abocados a la vida
que fueron cegados por la desgracia
segados por mi compañera callada
que me mira del lado opuesto de la habitación
con cara que he de conocer
hoy reconozco su perfume a tierra húmeda
y su magra piel
reconozco en mí su perfecto reflejo
Amada mía (por no decir tu nombre
y avergonzar a tus pálidos amantes),
¿me querrás cuando mi punto haya expuesto?
porque aquello que me mata
es lo mismo que me da vida
ya no sé si soy
algo más que un fantasma
Me atraviesa la idea de volver a verte
mañana cuando me odies
por serte sincero al extremo
y arrodillarme ante vos
como fervoroso religioso ante Dios
pedirte perdón
porque la fuerza me la das vos
y si no te tengo conmigo
no hago más que arrastrarme.
Todo eso quise decir en una canción
pero mi única invocación a la perfección
era una lastimosa melodía marchitándose
en cada compás
y tu nombre era lo único hermoso
que pude cantar
y la canción era de Serrat
y aunque no la escuche nunca más
sigue sonando tu imagen
y el dolor de la separación
de un alma en dos.

Aquel que miró el cielo

por. Facundo Ezequiel

Aquel que miró el cielo cuando la tierra se abría bajo sus pies
Anduvo pensativo muchas mañanas atrás.
Aquél traía de regreso las espinas de la flor caprichosa
Cuando el conspirador lecho de estrellas lo miraba,
Lo llamaba y le suplicaba en vocablos olvidados,
Ventosas palabras, suspiros callados, sollozos.
Aquel que oía cuando los otros sentidos callaban
Oyó sus pasos. Resonaban atrás. Lentos, y creyó oír agua
Pero nunca vio mar o río alguno que no vertiera
De su pecho incontenible.
"Si hubiesen palabras que pudiera pronunciar
para explicar la inexistencia de los bancos de mi seno
que abarca más de lo que veo y creo que siento..."
Pensó, y cada uno de sus suspiros era una palada.
Drenar el sentimiento líquido que lo ahogaba
Era más difícil que navegar sus mares montado a
Una vieja y desastrosa guitarra.
Pero este mar era del mármol más perfecto y frío
Y sus pies se estaban hundiendo.
Aquél trepó tantas veces fuera de su agujero que creyó
Que jamás podría quedar encerrado dentro.
Cayó sobre sí mismo y desde entonces el cielo está oscuro;
Aquel que miró el cielo cuando la tierra se abría bajo sus pies
Anduvo pensativo muchas mañanas atrás.
Su único amor era lo único que nunca tuvo y siempre quiso.
Ella era una estrella y todo cuanto la rodeaba era oscuro.
Él la buscó en el cielo tras cada pestañeo y como un nocturno Ícaro
Buscó elevarse hacia el objeto de su deseo en vanas alas de poeta.
Aquél traía de regreso las espinas de la flor caprichosa
Cuando el conspirador lecho de estrellas lo miraba,
Lo llamaba y le suplicaba en vocablos olvidados,
Ventosas palabras, suspiros callados, sollozos.
Aquel que oía cuando los otros sentidos callaban
Oyó sus llantos. Futuros. Pasados. Presentes.
Mientras,
Su razón vertía sueños.

Ella es muy puta

por. Facundo Ezequiel

Ella es hermosa y es tan buena que
ofrece su belleza a quien sepa apreciarla
y es tan hermosa que pocos no la saben apreciar
¿por qué sos tan puta?, le pregunté
y me contestó con un movimiento de cadera
y un gemido que me hizo ver las estrellas,
seguro que eso se lo hace a todos
aunque le guste fingir ser santa
tampoco tiene drama en que le dé
por el culo y yo le doy
le doy con mucho gusto
y ella grita
pero sé que nada jamás le duele
(siempre me pide más fuerte)
y a veces dudo si algo siquiera
le causa placer
y si jamás
podré complacerla.

viernes, junio 27, 2008

Para los que tienen miedo

por. Facundo Ezequiel

Les advierto :
muéranse de miedo :
no hay nada más
que esto
El que no se atreviese
a hacer el salto
del pecho
al hecho
no tiene derecho
a seguir ocupando
el infierno de los otros
El mito de Sísifo
será solo eso
cuando mueran los muertos
y vivan los vivos
esa roca
quedará erigida
como muestra de que nada
puede quedarse quieto
Mientras tanto
los temerosos
háganse el favor
de pasar de a uno
al patíbulo
Sean mis amorosos
Subterráneos

Composición 16

por. Facundo Ezequiel

Sé que después de hoy
no podré entrar más
a este museo
La mujer que limpia
me mira
yo le saco la lengua
y me río
No entienden que es así
el arte moderno
Que esto que pinto
es un halagador
desnudo femenino

Pies

por. Facundo Ezequiel

Siempre los desnudo
y los miro
deseando cogerlos
en el sentido menos gallego
Quisiera contorsionarme
de extrañas maneras o
a veces deseo
que fuesen de otro
para ahorrarme
el esfuerzo
De rodillas
como un japonés
empollándolos
con mis huevos
Mis pies son hermosos
¡Quisiera cogerlos!

En el ojo ajeno

por. Facundo Ezequiel

Me pregunto si a Bukowski
se le ponía dura
cada vez que estampaba
una concha
en tinta
Porque yo estoy
escribiendo
y tu concha húmeda
me pone como una roca

Esta concha
es a veces un invento
y otras
un recuerdo
Pero sin importar
su forma
o tamaño
siempre que la menciono
esa concha está ausente
y mi entrepierna
está en llamas

lunes, junio 23, 2008

Cruz cansada

por. Facundo Ezequiel

La cruz anda cansada
se arrastra y nadie la alza
¿será que se dieron cuenta?
El peso del cuerpo
ya es suficiente
y muchas veces sobra

Extraño caminar

por. Facundo Ezequiel

No es extraño este camino?
No es extraño el caminar?
Cuando ayer acá me paraba
hoy ya no me paro a ayudar
No es extraño este camino?
No es extraño el caminar?
Cuando acerco mi oreja a la astromelia
lo que escucho son mis lágrimas rodar
No es extraño este camino?
Extraño cuanto recuerdo
No es extraño el caminar?
Extraño el camino circular

jueves, junio 12, 2008

Demacocks

por. Facundo Ezequiel

Bag your wage
don't waste my time
said the plush monk to the king
whose army was about to be deployed
unto the coast under the cliff
near to the church
where the monk spent his life
trying to endorse
God's words to himself
All your earthlings demacocks
wont pass me by
Used to say the plush monk
raising his fist way too high
at least enough to make Jesus mad
Amen
answered the king

3 Haikúdeos, 2 Poemitas durante espera

por. Facundo Ezequiel

La paloma llevaba
una ramita en el pico
y se fue volando

***

El blanco yaciente
descansa bajo
el negro que se cierne

***

El circo se desmonta
al terminar el show.
El payaso llora.

***

Cuando el cielo se animó a llorar
la tierra que se reía a carcajadas
se ahogó con sus lágrimas

***

Si tu belleza fuese
tu inteligencia
serías la persona más fea
pero te veo día a día
sin poder negar que
sos hermosa

martes, junio 03, 2008

Hoy y ayer

por. Facundo Ezequiel

Hoy quisiera saber tu nación
si dormís donde te sueño
si pensás donde te veo
Saber si en tu tristeza
ocupo un grano de arena
Aquel tiempo me espera
como si cada paso
fuese una esquina
de una vuelta eterna
No puedo evitar la pesadilla
en la que te tengo que perdonar
aunque no hayas hecho nada malo
Mi cabeza ama la pared
de a cortos plazos
El día va a llegar
en el que todo sea llano
Amo ser yo quien entienda
que ninguno merece ser amado
Vos y yo
somos dos tristes puntos
en un triste páramo
Parodias trágicas
de cómico resultado
Vos riendo
Yo llorando
Vos llorando
Yo llorando
Vos fingiendo
Yo creyendo
ser algo