Mostrando las entradas con la etiqueta Sueños Ensoñaciones Broncas. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Sueños Ensoñaciones Broncas. Mostrar todas las entradas

miércoles, abril 16, 2008

Monotonía del azul

por. Facundo Ezequiel

Y cuando el primer chorro era echado, Nagasaki, Hiroshima, era lo único que te venía a la mente, pero no era ni Hiroshima ni Nagasaki; uno se siente estúpido tratando de explicarlo pasando los 20 minutos del quinto chorro, pero era más bien como la radiación del sol, un presenciar en la carne esa terrible combustión, y al segundo caer en la soleada playa donde ese calor distante se tornaba placentero y no podías más que suspirar por lo acontecido y tal vez elevarte en sueños.
Pero al otro día todo se volvía pesado y pálido y triste, porque no había nada que te confirmara que eso no había sido un sueño.
Caminabas, entonces, pensando que el hoy era una pesadilla y no podías levantar la vista, porque al mirar a los ojos a la gente veías una cantidad de cosas abominables, cosas que eran un simple reflejo de lo que ellos veían en vos, y eso no querías ver, porque verte siempre te asustaba, y te veías desnudo, avergonzado.
Así te evadías, fingías pensar otra cosa, ver a otro lado «Cómo me gustaría un superpancho con papas fritas,» porque simplemente pasabas arrastrándote junto al carro del vendedor de panchos, y así a veces estabas tan gordo que no te cerraba el pantalón o terminabas con libros que jamás leerías o con grabaciones raras de óperas de Verdi.
Pero a veces decías «Mierda» y te sentabas con los ojos en algún mar de tu mente hasta enamorarte del dolor, de la mala suerte, de una chica embarazada, o, aunque parezca imposible, de vos mismo. Y dibujabas y escribías como un loco, esperando que alguien espiase mientras te hacías el distraído y te alabase; y de vez en cuando aparecía un tonto ingenuo con la ilusión perfecta de encontrarse con un artista desconocido y genial y entonces pretendías ser humilde y negabas tu capacidad de representar el alma humana de manera artística «Sólo dibujo... Sólo escribo...,» decías levantando los hombros y sonriendo nerviosamente, pero eso era parte de tu puesta en escena, porque cada segundo, cada cosa que hacías era una pincelada más en tu autorretrato.
Y tu nostalgia volvía; era tomar un paso atrás para admirar el lienzo. «Es solo un boceto,» te decías a veces, «¿Tantos grises estarán bien?,» te preguntabas otras, pensando que cada pincelada era definitiva; o la definitiva.
Caminabas. Te enamorabas, y cuando te distraías... ¡BLAM! Nagasaki, Hiroshima, todo el calor del sol, la playa, el sueño, y el despertar de una patada. Era una mujer y era tu arte.

lunes, marzo 31, 2008

Apología al caminante

por. Facundo Ezequiel

Odio a la gente que pasa a mi lado
mirando al frente
y no me mira
Escupo sobre el camino que voy a andar
pero nunca escupo a los lados
Permito que me embarren los autos
pero no dejo que me vean resbalarme
en la basura que me tiran
En cierta manera soy un ángel moderno
así que no vengan a hablarme de cielos
que me cuelgan las bolas hasta el suelo
y el de etiqueta desde el subsuelo
pretende pincharme mis futuros hijos
A ver si soportan lo que yo soporté hasta el día de hoy
A ver si caminan la mitad de lo que caminé
porque no es cuestión de andar el camino correcto
es cuestión de andar la mayor cantidad de caminos
de mear siempre hacia abajo
y caminar siempre cuesta arriba
sin importar las reglas del caminante
que dicen que todo pobre tipo que sube
alguna que otra vez tiene que bajar
y ser meado desde arriba
Así que ustedes que se creen inteligentes
ustedes que creen ser correctos
ustedes que creen andar con sus pares siempre inferiores
ustedes que imponen modas por si las moscas
ustedes que no entienden y pretenden interpretar lo que no es
ustedes ángeles y atractivos que jamás fueron empujados
ustedes aburridos y salvajes que pintan paredes de blanco
ustedes amebas y espermas afixiados en látex
ustedes que me hablan a las escondidas
ustedes que susurran a las espaldas
ustedes que le tienen asco a la vida
Ustedes me creen igual
pero si se permitieran ver y escuchar
verían que no me ando con vestiduras
y todo es sencillamente lo que es
todo en mí
al menos
lo es

viernes, marzo 07, 2008

Con la loca mordiéndome los talones

por. Facundo Ezequiel

Esperaba sentado —enlatado entre un banquero peludo como un mono y una negra famélica— por mi corte de pelo. Frente a mí una mujer psicótica y su marido, un tipo que parecía agradable, quien leía una revista de periodismo glamoroso, esperaban su turno también. La loca me vio mirándola y por un segundo empezó a parpadear y casi a convulsionar con los múltiples tics que la atacaban, de pronto mete su mano en la cartera y se abalanza gritando sobre mí con uno de esos aturdidores eléctricos que las mujeres llevan para defenderse de los atacantes.
—¡Controlá a tu mujer! ¡Controlá a tu mujer —gritaba yo mientras me tiraba hacia atrás intentando evadir la punta eléctrica de su aparato fálico ayudándome con la suela de mis zapatillas.
El marido, con unas maneras de lo más apacibles, llamaba a su mujer, casi amaneradamente, sin levantar la vista de su lectura.
—Marilú... Marilú... Dejá al muchacho... —como esos padres que no demuestran convicción alguna al retar a sus hijos salvajes.
—Podés pasar —me dijo mi peluquero y yo me arrastré asustado hacia la silla de cuero giratoria.
Apenas me senté, me di cuenta que la habitación estaba cubierta de espejos y mirara donde mirara me veía a mí mismo; si miraba hacia arriba podía llegar a ver las suelas de mis zapatillas, y, si miraba un poco a la derecha de ese punto, podía llegar a ver la parte de atrás de mi oreja izquierda. Incluso había ciertos espacios en la habitación donde la luz se reflejaba tantas veces que podías ver gente que se había sentado en esa misma silla hacía más o menos 20 años; así lo delataban los pelos abultados y las enormes hombreras entre destellos de colores flúor. Entonces vi un nene que me pareció conocer de algún otro lado. Era un chiquito simpático con su cabecita cubierta de enmarañados tirabuzones, rubios como el mediodía. Un chiquito tímido que no hablaba excepto cuando le preguntaban algo, o eso parecía, según las muecas mudas de las personas que lo rodeaban, incluído mi peluquero, solo que esta última figura, su voz, tenía sonido y en verdad, tardé un segundo en enterarme, no era ningún reflejo, era mi peluquero en carne y hueso, preguntándome cómo andaba y qué quería para mi cabeza.
—Un juego nuevo de ideas —le dije, y él, con su velocidad de peluquero, comenzó a hundir sus tijeras en mi enorme cráneo y a moldear todo dentro de él hasta que me relajé y dio por finalizado su trabajo.
Le agradecí y le pagué los $15 a la señora del mostrador, di las buenas tardes a todos y salí corriendo con la loca mordiéndome los talones.

viernes, febrero 15, 2008

Knicker (h)anger (Sick pome)

por. Facundo Ezequiel

O for her knickers hang
from my shower's handle.
My train of thought
is lost, gone under.
I rage, despair, and loud
I cry, O my! My mouth!
How can I be polite?
Her panties were loose,
ne'er tight.
Her legs spread wide,
but I never was
in between 'em.
My stomach revolved
and so did the barrel,
when I shot her.

lunes, octubre 08, 2007

Efemérides

9 de octubre:
hace 40 años mataron al "che".
hace 67 años nacía Lennon.
No paro de escuchar acerca de este revolucionario.
¿Para qué recordar la muerte cuando es inevitable?
Ambos fueron asesinados.
Me cago en dios.

jueves, octubre 04, 2007

Despertarse

Despertarse: el mayor de los dilemas en la sociedad actual. ¿Cuántos habrán deseado quedarse en la cama descansando aunque sea un minuto más? ¿Cuántos habrán transigido la hora sagrada del levante por un arremetedor capricho de laxa vagancia? Bueno, sin contar aquellos superhombres que han nacido con la acatadora agudeza de un reloj suizo y que funcionan como engranajes constantemente, creo que la respuesta podría ser “todos”.
Habiéndome despertado, hoy, a las ocho de la mañana con una genial idea en la cabeza, me propongo anotarla de mala manera (si no fuese por la idea hubiese seguido durmiendo) y, al acabar, decido completar mejor el concepto de la misma retornando al mundo de los sueños. Dos horas más tarde me vuelvo a despertar y la idea no se completó, por lo que, murmurando entre dientes, me vuelvo a dormir. Nuevamente, dos horas más tarde (al parecer se desarrollaba un patrón), me despierto, esta vez con el cuerpo adolorido y con cierto grado de remordimiento que me impedía volver a dormir.
¡Somos piezas de un aparato, hoy por hoy, disfuncional! Claro que cuando digo “somos”, sólo puedo hablar por mí... De cualquier manera, los horarios difícilmente puedan mantenerse. Nos despertamos todos los días al escuchar el terrible ruido del despertador que es como un baldazo de agua fría en invierno, hacemos todo lo que tenemos que hacer, salimos para la oficina (yo jamás saldría para la oficina, pero estoy tratando de hacer un punto), pero de pronto nos encontramos que, sin nosotros haber fallado en nuestra maquinaria rutina, nos sermonea el jefe: ¡Se llega a horario! ¡Esto es un trabajo! (Aunque uno se pase las horas boludeando con la computadora, hay que llegar a horario, pues es un trabajo).
¿Qué salió mal, si hicimos lo que hacemos siempre, incluso lo que hacemos cuando nos palmean la espalda y nos felicitan? Por lo general, cuando esto sucede, no es tanta nuestra culpa (al menos que no recordemos cambiar las pilas al despertador y aquello que era un desgarrador y agudo trino se convierta en un gastado y grave pedo de la mancha voraz y jamás nos despertemos) como sí lo es de alguien más (siempre funciona echarle la culpa a otro que no se puede defender). La avenida principal se vio bloqueada a causa de un accidente: alguien no hizo caso al horario de sueño, no durmió sino al volante y se hizo torta contra un colectivo; algunas calles se encuentran embotelladas y nos retrasamos en nuestra rutina. ¡Terrible! ¡Se ha desencajado el engranaje! El mundo que con tanto cuidado construimos con la humildad de nuestro oficio madrugador se desmorona y sólo podemos observar en silencio cómo, a la mañana siguiente, ya no somos los mismos y ese algo indescriptible nos devora por dentro: un horrible cáncer de culpa, contagioso, nos convierte en hombres incapaces de levantarse de sus camastros, y cuando por excepción lo logran, lo hacen en calzoncillos viejos y sucios, transpirados y borrachos... perdidos, olvidados del tiempo: disfuncionales.

miércoles, agosto 22, 2007

Nada en menos de 10 minutos

Estaba pensando en algo que pudiera escribir rápidamente en alrededor de 10 minutos, pero mientras más pensaba y pensaba, me daba cuenta de que, además de que pasaban los minutos y yo no escribía ni una sola palabra, realmente no hay nada que se pueda solucionar en el transcurso de 10 minutos. Mi novio se las arregla siempre en menos de 30 segundos, pensarán muchas muchachas al leer lo anterior, pero bueno, no me refería a eso, ni tampoco creo que sea una solución para la calentura de la pobre novia, claro ejemplo que nada se soluciona en 10 minutos... ó 30 segundos. No voy a entrar, de todas formas en el territorio de las técnicas amatorias, ni en la cronometración de ellas, hay tantas variables, tan asombrosas todas ellas, que no vale la pena siquiera asomarse al tema.
Decía que planeaba escribir algo en más o menos 10 minutos y no había nada que se me ocurriera para escribir. Bueno, pensé yo, escribo una carta a la mujer que amo, hago algo de tiempo en divagaciones poéticas de amor y quizás en el ínterin, entre metáfora y metáfora se me ocurre algo. Pasé, entonces, mirando estrellas, besando tierra de féminos pies, esquilando ensoñaciones, desollando cavilaciones y nada encontré, más que la certeza de que estoy algo tocado, manoseado, diría yo, por la incoherencia. Y enamorado, por supuesto. Pero nada de nada se me ocurría para escribir, así que no escribí nada, no solucioné nada, destruí la carta que había escrito y me puse a ver la tele. Claro que todo eso me llevó más de 10 minutos.

lunes, julio 30, 2007

Lento publicar

hace mucho que no publico nada. y no es que no tenga nada para decir, solo que no puedo hacerlo. a quién engaño. quizás no tengo nada que decir. pero tengo mucho que hacer. si lo hago o no es otro tema. por el momento no me importa mucho publicar. será una breve etapa. pronto espero recuperar mis facultades mentales para así poder seguir escribiendo y publicando.

viernes, julio 13, 2007

La escalera de escalones rojizos

Soñado por. Facundo Ezequiel

Llegué al comienzo de unas escaleras de escalones rojizos, donde un altísimo edificio, tanto imponente como rudimentario, rodeaba con sus paredes amarillas sus largas etapas y sus extraños descansos donde cada uno o dos pisos se asomaba un pequeño jardín o zona de recreo, luego, para seguir ascendiendo, te veías obligado a torcerte sobre vos mismo y continuar trepando dificultosamente por el pasamanos, siempre de la izquierda porque, por alguna extraña razón, el de la derecha estaba apenas sobre los escalones y por debajo de una ínfima pared sobre la cual sería imposible apoyarse sin caer al nivel anterior. Cuatro o cinco pisos luego, cuando hubiese empezado a pensar que las escaleras eran simplemente infinitas, llego a dondequiera que estaba yendo, algún piso superior. Era un aula llena de niños, y muy cerca de donde había yo entrado, para mi sorpresa, me encontré a un antiguo compañero del secundario Juan XXIII, un pibe llamado Pérez. Siempre lo creí algo loco o estúpido a Pérez, pero, aún así, me sorprendí cuando él lo único que dijo al verme fue:
—¡Acá tenemos Dulce de Leche!
No tenía el más mínimo sentido, y lo repetía, no lo decía para mí, sino para el resto de la clase, que tampoco parecía sorprenderse por la salida del loco o estúpido Pérez, de hecho, dudo que estuviesen escuchando.
Un poco preocupado comencé a bajar nuevamente.

ATENCIÓN: Lo que relato a continuación tiene la capacidad de la existencia simultánea en dos momentos diferentes, antes de lo de Pérez y luego de lo de Pérez, y aun así, ninguna de estas partes se sucede a la otra, así que no hay razón para asombrarse cuando ahora esté subiendo por las escaleras nuevamente, ya que esa acción pertenece al momento en que estaba aún subiendo las escaleras (pre-Pérez) o cuando luego relate que estaba bajando por ellas (post-Pérez).

En cierto momento, mientras daba los primeros pasos en el primer grupo de escalones, un grupo de más o menos cinco pibes de dieciséis o diecisiete años salta con un estuche de guitarra enorme desde el piso superior hasta la parte de escaleras que está a mi izquierda, golpeándome accidentalmente con el mismo en la cabeza poco antes de aterrizar. No les digo nada. Pienso que pronto sentirán vergüenza cuando miren atrás y recuerden las estupideces que hacían. Continúo trepando. Hay pequeños grupos de personas que suben y bajan, grupos de amigos de dos o tres, personas que congenian entre ellas, personas que hablan en los jardines de recreo que extrañamente parecen desiertos a excepción de un par de muchachas que parecen discutir esos temas importantes de muchachas. Aproximadamente por el cuarto piso, luego del jardín de las dos muchachas, un enorme grupo de estudiantes viene desde atrás, por las escaleras, son todos chicos de dieciocho años que por su corpulencia aparentan tener más, uno me llama la atención y se me adelanta para hablarme y que lo pueda ver. Es un pibe cuya cara me parece familiar en cierto punto. Medio rubión, pelo sucio, desaliñado, dientes sin lavar, amarillentos de nicotina, ropa arrugada... y aun así no es tan desagradable como la descripción lo hace parecer. Con bochinchosa voz de adolescente me pregunta:
—¿Conocés a Viviana... (nombre de maestra o de vieja, ¿era Viviana?)?
Me quedé pensando un segundo y luego le respondí.
—No, no conozco a ninguna Viviana...
En este momento creo que nos detuvimos por un instante.
—¿Tenés novia? —me preguntó descaradamente.
—No... en este momento no... —respondí sospechando de sus intenciones las cuales no eran del todo claras para mí, todavía.
—¿No me estarás mintiendo?
Aún tenía ánimos de cuestionarme a mí, él, que sin conocerme ya me abordaba con tanto descaro, me cuestionaba la veracidad de mis afirmaciones, como si en mis momentos de sequía femenina no pudiese estar seguro de que no tengo novia... ¡Mierda que estoy demasiado seguro!
—N... no.
—¿Seguro?
—Sí.
Y me miró en forma de reconocimiento, analizando mis afirmaciones, buscando en mí algún signo que me delatara. Pero no había forma de mentir para mí.
—Bueno —empezó con una voz suave, nada parecida a la estridente con la que me hablara antes; y puso su mano en mi hombro—, tengo una amiga que piensa que sos muy _____
MI CABEZA, EN ESTE PUNTO, COMENZÓ A HACER RUIDO DE ESTÁTICA, TAPANDO EL ADJETIVO CALIFICATIVO CONCERNIENDO MI PERSONA.
Ahora estábamos bajando. El pibe ya no estaba delante de mí, sino detrás, pero sin verlo todavía podía oír su voz.
—Después te la presento, la sentás y se ponen a hablar...
Y yo continué bajando las escaleras mientras la voz se hacía más lejana, al igual que las escaleras y mis pasos.

FIN DEL SUEÑO

lunes, junio 04, 2007

Revolución

Estamos en época de cambio. Pronto vendrá una suerte de revolución cultural, anímica, mental. Es difícil de explicar para mí porque es un sentimiento, una sensación, y sólo puedo ser algo vago al describirla, pero es una sensación fuerte y real. Lo que verdaderamente me emociona es saber que pertenezco a esta revolución, soy parte de ella y, espero, seré un brazo funcional. ¿Cómo lo sé? ¿Cómo puedo estar seguro de algo semejante? Porque yo, a la vez, me lo propongo y sé que esta revolución se va a llevar a cabo y va a ser un sentimiento popular muy pronto. Quizás antes de que se lleguen a preparar. Les va a pegar justo en la cara.

martes, mayo 29, 2007

Who am I

El amor es tanto más fácil cuando se tienen billetes para despilfarrar. Me gustaría saber si me amaría una mujer sabiendo que lo único que tengo para ofrecer es mi amor... perdón: mi Amor. Con mayúscula. Supongo, de todas formas, que el Amor, amor o como se quiera, nunca es suficiente, ¿no? Bueno, no soy ningún desamorado, todo lo contrario, quizás por eso tengo esa sensación, como que ningún amor es suficiente para mí. Yo ofrezco todo, doy todo si siento Amor. Pero eso supongo que no le importa a nadie más que al enamorado correspondido. ¿Y yo qué soy?

miércoles, mayo 16, 2007

Recitar

Cómo quisiera tener una memoria prodigiosa, poder recitar a cada momento una poesía que sepa represente los sentimientos del momento. Amaría poder citar en perfecto francés los versos de mi querido Baudelaire y los dispersos versos de Ginsberg, Darío y Whitman, que me hacen querer la vida, apreciarla, aun más. Me gustaría que las palabras me salieran como suspiros, que los recuerdos y los sentimientos emergieran como borbotones de vida. Pero no sé ni lo que digo, y a veces me aterrorizo al escucharme hablar, al hablar sin pensar, porque... ¿por qué? No sé, pero no me canso de repetir que soy patético, pero de nuevo, yo me creo el redentor del patetismo. Ahora mismo hay dos personas a las que les daría un buen par de trompadas; no tiene nada que ver, pero supongo que es la excitación del momento...

viernes, mayo 11, 2007

Tándem azul (sueño)

Entré a un bar. Había sólo una mesa. En ella reconocí a al menos dos personas. David y Juan Manuel, mi amigo y un compañero de la primaria que jamás volví a ver. Había cerca de tres personas más sentadas a la mesa, pero no podía ver claramente sus caras. Supuse que los reconocería. Me senté a la mesa. Jugaban una especie de ruleta rusa con un par de drogas inyectables; una era de un contenido verde limo, me recordaba a los limpiadores de piso; el otro era de un azul translúcido. Sentí miedo. Al parecer los demás olfatearon mi terror porque Juan Manuel, quién sostenía la jeringa de contenido azul se levantó de golpe, dándome una mirada que entendí enseguida. Me levanté como un resorte, tropezando hacia atrás.
—Es Tándem azul —dijo Juan Manuel. Yo di otro paso atrás.
—Está bien —me dijo David que se me abalanzó y me sostuvo fuertemente—. No es nada, vas a ver.
Yo me quejaba, me retorcía temeroso mientras veía cómo la aguja se acercaba a mi mejilla izquierda. Sentí el pinchazo y cómo el cuerpo se me iba flotando a través de la mejilla dormida.
—Está bien —repitió David—. No es nada. Sos de arena, vas a ver.
Mi cuerpo se disolvió, escurriéndose entre los brazos de mi amigo David. Era arena.

lunes, mayo 07, 2007

Los locos también sufren (sobre todo dolores de cabeza)

Sin lugar a dudas no tengo idea de nada. Una hermosa muchacha me dijo «todo es nada; nada es todo­». «Sí», respondí yo, que ya lo sabía, sin poder decir nada mejor. «¿Estuviste alguna vez enamorado?». Vacilé antes de contestar; «no», dije. Me pregunto si le gustaría saber que le estaba mintiendo. «Te voy a dar una información muy útil sobre las mujeres: cuando se callan, las manos, los ojos, dicen mucho». Pero ella... no creo haber escuchado lo que quería escuchar de sus ojos, caray, de sus manos. «¡Te dejé pensando!, ¿eh?». ¡Ay ay ay; y cuánto! Me reí. «Te besaría las manos, pero tengo que ir al baño», dije y me levanté; no quería ver la consecuencia de mis palabras; soy muy cagón y me avergüenzo de mí cuando empiezo a hablar de esa manera, cuando empiezo a ser verdaderamente sincero; me da miedo que no me entiendan, o que me malinterpreten; verdaderamente tenía ganas de besarle las manos; casi lo hago, pero no creo equivocarme al pensar que eso hubiese sido fatal. Pero me siento fatal. Me duele la cabeza.

viernes, abril 27, 2007

Sueño

Soñé que me aterraba un feto que se desperezaba delante de mis ojos para convertirse en mi viejo perro agonizante.

lunes, abril 16, 2007

martes, marzo 20, 2007

Ö▼♂´

It´s been a while since I wrote for the last time in this f´ing blog. I know I´m writing in english and I really don´t give a shit if someone could or couldn´t read me, after all, this is what is all about: giving a shit to everything we survive our disgraces like if we´d buried ourselves in a bunker of ignorance and we´ll, if we do everything right, after a while, emerge from the darkest of the darkests forest of the mind —take that, edo—, and we´ll shout from our assholes like mules in heat and we´ll demand a glass of steamy semen from our Lords whose arse in Heavens, like once a poet said in a great recorded concert. Perhaps I´m crazy; wouldn´t you believe it?

martes, marzo 06, 2007

Donde la mente nos guía en silencio

Mayúsculas minúsculas las representaciones de aguas vivas en las vegas donde mueren las polillas de indigestión por sobresosis de bolsillos vacíos y de almas rotas Me voy despacio a un lugar lejano donde la gente es pobre donde los ríos son pocos y la sal es mucha donde el mar es lejano como el mismo lugar donde la arista de los triángulos se define por las lágrimas apostadas en transatlánticos varados donde la gente es mucha donde las almas son olvidadas y perdonadas las rápidas delegaciones de la cabina uno a la dos y de la dos a la cuatro donde la burocracia es perfecta y forma un círculo eterno donde las gónadas producen células minúsculas que no sirven para encender un fósforo donde la comida es barata y siempre se sirve fría donde los ovarios y los loros conviven felices donde los perros y los gatos se reúnen en bacanales donde los cerros son ventanas a una existencia menguada donde las manos son armas en mentes ajenas donde mis pies me llevan a donde más quiera donde los padres se olvidan de traerte comida donde morís de inanición si tu prima te toca las gomas donde se prende fuego todo aquello que tocas donde todo se permite si pedís permiso donde todos se quedan donde todos se quejan de que todo es como es donde es porque es y es así Pánico y locura y metrónomos de ira retrotraen la energía que es la misma que emplean tanto al ir como al venir y vienen con tanta fuerza que se creería que les gusta como a los perros lamer como a las locas coger como a los cactos el agua como y no me lleno y sigo comiendo y el que come es marica y el que la pone es el rey de los maricones vale decir que nadie se ofrece para ser víctima de los pensamientos correspondientes al legajo nº 2 del documento legal del caso 254365/07 "pete contra pene et al." donde se alega claramente en respuesta a una declaración del abogado del diablo que dice "nonono yo pienso que eso pueda ser jamás así pues yo jamás me desnudé eso es indecente" personalmente creo que el presidente tiene algo sospechoso no me gusta como mira al periodismo ese ojo perverso torcido me pone la piel de gallina y su pronunciación se me hace aún más sospechosa con sus "shs" y sus "clshs" tan incomprensible que pareciera que se excusa de su labor de imagen del terrorismo internacional yo no puedo creer que shakespeare tuviese que aguantar lo que yo todo me parece sumamente ofensivo no dejan a un esteta vivir entre la belleza pero las muchachas en la calle me hacen pensar que me contradigo cada una de las palabras que digo Me duele pensar y sigo pensando soy un masoquista de la ptsm mdr q m pr tal vez pueda llegar a hacer un trato fáustico con no sé el vecino de enfrente y me deje usar su baño

sábado, febrero 10, 2007

I´m down...

Escuchando a Edith Piaf estando en un momento de cierta, cómo decirlo... "bronca ebulliciente"; me siento en una especie de contradicción que alimenta mi fuego interior. Tengo la mandíbula apretada de tal forma que pienso que en cualquier momento se me van a astillar los dientes o se me van a hacer polvo. Ahora la cosa cambió a Charles Mingus (así es la lista de reproducción en mi PC) y me siento verdaderamente acompañado, puesto que recuerdo cierta declaración del mismo Mingus en la que decía que la bronca era lo que lo inspiraba a la hora de componer; ya me dan ganas de poder escribir música y así poder componer, aunque sea, una sola pieza de verdadera buena música que represente esta parte de mí que siento surgir desde la profundidad de mi pequeña alma. ¿No será esto demasiado para mí? Muchos sentimientos, tantas ideas, tantas expectativas, tantos miedos, tanta terquedad, tanto dolor, tanta tristeza, tanto amor desperdiciado, tanta vanidad, tanto vacío, tantos colores sin poder encontrar las formas en las cuales habitar, tanto hastío, tanta excitación sin enfoque... me deprime porque todas estas cosas son, para mí, potencial desperdiciado; todo simplemente porque no tengo idea (aún) de como utilizarlas. (ACÁ PODRÍAN PONER UNOS DOS PUNTOS Y VOLVER A ABRIR EL PARÉNTESIS, PARA QUIENES GUSTAN DEL MAL GUSTO DEL LENGUAJE DE INTERNET)

martes, febrero 06, 2007

Jaleo

Ay! Actualicé mi cuenta de blogger-google-comosea y no sé cuál es el sentido de tanto "jaleo"; malditos empresarios y sus movidas del ****, me tienen cansado, pero sólo porque en verdad no sabía qué escribir y esta entrada es una simple excusa.

It was the kind of laughter that you really don´t know if it´s a laughter or a sorrow ´till you look into the face of the one that´s laughin´. In this case it was a woman, A woman, if you know what I mean.