lunes, julio 07, 2008

Del anotador de las frutas

(de Cómo matar a Balthazar)
por.
Facundo Ezequiel


... Y ahí estaba yo, haciendo rodar el freakshow, esa enorme bola condensada que era mi cabeza, girándola con cada uno de mis pasos como un hamster en su rueda. Si alguien me hubiese parado para preguntarme la hora yo le hubiese contestado algo como "Y los bólidos pasaban repletos de payasos y las bicicletas conducidas por esqueletos de jeringas en cuello... " y mi interlocutor huiría aterrado o se pondría a llorar y se postraría a mis pies porque mis palabras eran la conexión con lo divino, eran la única verdad y mientras caminase e hiciera rodar la bola yo era Dios.

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