lunes, enero 25, 2010

Quedate quieto [y el mundo te moverá a miles de km/h alrededor del sol mientras creés que sos tan grandioso que todo se revuelve en torno tuyo]

por. Facundo Ezequiel

Me siento extraño cada vez
que la luna se llena la boca
y se ríe de no sé qué.
Tal vez haya algo que valga la pena,
algo que le reste importancia
a la falta de estrellas.
Juraría que tantas mentiras son ciertas,
que en alguna pelea perdí la vergüenza,
pero es raro, no siento la ropa,
me veo desnudo en el invierno más crudo.
No sé si me importa.
Después de tantos estragos,
de años de hundirme en el barro
y salir a flote de a ratos.
Después de la religión y los existencialistas,
de Sócrates y de Platón, ¿qué sigue en la lista?
Buki y Fante me abandonaron,
me dejaron solo para que piense.
Me perdí tantas veces...
Soy el explorador
de esta cuadra.
Tomé la rosa de los vientos
en cada encrucijada del camino
y aun así no escarmiento.
Veo hacia atrás y no hay nada :
el mismo panorama adelante.

Y a pesar de todo
solo sé que
lo mejor de vos
me perseguirá
aunque no lo desee.

La luna:
ahora creo saber
de qué se ríe.

El otro lado del mundo conocido

por. Facundo Ezequiel

tratando de decir con palabras
lo que no puedo decir con palabras
aproximándome a lo siempre lejano
haciéndote ver para un lado
pateándote por el otro

recursos estilísticos

como morir en un accidente de tránsito
mientras chapoteabas en la pelopincho

tan gracioso
tan argentino
el sarcasmo hecho vida

yo escribiendo esto
sentado en el inodoro

vos leyendo
desde el otro lado
del planeta
donde las cucarachas
son tan grandes
como una de mis manos
y las personas
son amables
con los turistas

y una mierda

Y ahora Facundo

por. Facundo Ezequiel

Una vez pude haber sido
Bukowski o Henry Miller
pero decidí ser Facundo
Si me preguntaran
diría que solo hay uno
como yo
y ese
soy yo
El adolescente tardío
el niño-viejo
nunca adulto
nacido con mala entraña
libre de Dios
y de la Patria
viajero sin ruta
perdido sin destino
y demás
combinaciones-fantasías
poéticas nulas
Un genio gastado
contra la áspera
estupidez
de la masa

De la pequeña muerte

por. Facundo Ezequiel

Nadie lee estos poemas
y está bien
¿x q’ deberían?

Ayer me alcanzó
con que Ella
me creyera original
y sincero

Pero hoy
ya casi me olvido
y de vuelta
soy solo Yo
y la frígida
y coqueta
muerte

¿No puede
dejar el histeriqueo
y solamente
amarme
a mí?

Nunca llegamos
al punto culminante
pero me muestra
un poco de piel
en cada mancha
que dejo
en el papel

Si fuera solo Ella,
pero todas
las mujeres
son así
y te escupen
en el ojo
cuando las mirás
o te violan
cuando te
resignaste
a vivir
en el claustro

Y sé que no
se puede generalizar
pero eso
de lo que hablo
es la
pequeña muerte
que empollan
todas las hembras
en sus conchas
de todas
formas y
sabores

Sueños de linóleo

por. Facundo Ezequiel

Hacé las cuentas y decime
si es más caro mi amor terco
que tus amoríos prófugos

Yo abandoné los zapatos
que hoy estás usando vos
y solo gané en durezas
e irritaciones fútiles

Vení a descansar a mi lado,
hablame de mis encantos
con tu voz de leche condensada
y apretame contra tu pecho
mientras me voy durmiendo
y entro en sueños de linóleo

El pie para correr

por. Facundo Ezequiel

ella era
una concha histérica
que esperaba
un mentalista
concha triste
y combativa
negadora
hasta la muerte

es cierto que
a veces una victoria
es peor que la derrota
pero yo la dejaba ganar
y jamás se daba cuenta

(¡y me dejó por perdedor!)

siempre viví a contratiempo
nunca aproveché una ventaja
pensaba que así era justo
¿pero justo con quién?

ella era
una concha histérica
y yo le daba el pie
el pie para correr

Diente de león

por. Facundo Ezequiel

Ella se movía
como un diente de león
al menor capricho
del viento
Había que moverse
con extremo cuidado
de no perturbar
el aire
a su alrededor
o ella
simplemente
daba un giro
como bailando
y se iba
veloz y
suavemente
con
la corriente
Shuiii~

Rastriador de tormentas

por. Facundo Ezequiel

La lluvia está cerca.
En ese sentido, mi amigo,
soy más que baquiano :
rastreo la niebla en la mano
abarrotada de cualquier cristiano,
detecto relámpagos
en los mediodías más soleados
y veo los nubarrones negros
en ojos que creerías secos.

Ya ves que cada paso que doy
magnetizado por los rayos
lleva ese olor a humedad
que trae tantos recuerdos
pero ninguna felicidad.

La lluvia está cerca
pero ella ya no está.

martes, enero 05, 2010

El hambre nunca satisfecho (carta abierta a un verdadero amigo)

por. Facundo Ezequiel

L.M.A., ellos lo saben también:

“The firewalkers in Bulgaria are called Nistingares. They dance in the fire on the twenty-first of May during the feast of Saint Helena and Saint Constantine. They dance on the red-hot embers until they’re blue in the face, and then they utter prophecies.”

(Jabberwhorl Cronstadt, Henry Miller)


antes de que me abandonara la que amé como a ninguna otra, yo me subía al colectivo y me dejaba caer en el asiento sucio y roto (que siempre me parecía el más cómodo del mundo); me arrastraba hacia abajo, hasta que las rodillas me daban contra el asiento de adelante. durante los largos viajes de regreso solo necesitaba acercarme los dedos a la nariz un segundo para traer de vuelta su aroma, y como un torbellino de placer etéreo volvía a estar junto a ella en la cama, viéndola dormirse poco a poco.
el paraíso duraba unos minutos y después subía alguna mujer boliviana con enormes bolsas de residuo repletas de noséqué, yo volvía la mirada hacia la ventana y, más allá de mi fantasma de estúpida sonrisa, estaba la madrugada, plagada de potros y yeguas y recolectores de cartón y taxistas y travestis y putas y trabajadores con sus bolsos, pero yo me volvía a llevar los dedos al labio superior y la vida se detenía.
si había hecho las cosas bien esa noche el viaje podía durar un santiamén, o podía tomar el colectivo equivocado y conocer la madrugada de otros barrios.
si el colectivero estaba de humor podía manejar esa carcacha frenéticamente y el viaje duraba alrededor de una hora y media; si el motor se hubiese parado a las veinte cuadras de haber comenzado el recorrido la inercia hubiese sido tal que aún podría haberme alcanzado hasta la puerta de mi casa.
ya de vuelta, me tiraba en la cama y las ensoñaciones me absorvían. todavía me perseguían el olor a pelo mojado, su voz de niña de doce años en celo, el humo de sus cigarrillos en mi ropa, incluso el tacto de sus juanetes eran excitantes para mí. todavía podía olerla, todavía la veía curvando su espalda, la oía gemir, y mientras todo el paraíso se acumulaba detrás de mis ojos me llevaba de nuevo su aroma a la nariz y con la otra mano me masturbaba, recordando, mejorando los recuerdos.
incluso hoy, pese a que ella tuvo sus otros, y yo probé otras, de vez en cuando, no puedo impedir evocar su aroma y que mi mano busque el placer que ella me negó.

amigo, algunas mujeres son santas, paridas de santas mujeres a su vez paridas por santas mujeres que a su vez fueron paridas por santas féminas, y así, hasta remontarnos a la protomujer, quien vivía en un tiempo remoto de imperturbable santidad. entonces el hombre era feliz, puesto que era uno solo y disfrutaba de su santa mujer. cómo hacer para retornar a los tiempos santos y felices? cómo hacer cuando el hombre no sabe distinguir entre lo santo y lo demoníaco? porque así como existe el antiquísimo linaje de mujeres santas, existe el linaje de las mujeres demoníacas, que no son sino una ramificación que parte de la primer hija que miró con amor perverso a su padre. el hombre es tan inocente! es padre e hijo al mismo tiempo. un pobre hijo idiota que debe ser arrastrado por las costumbres que lo acunan.
cómo puede un hombre ser feliz sin saber si la mujer que amó era santa o demoníaca?
las mujeres, sin importar a qué estrato pertenezcan, son todas madres. algunas paren para comerse a sus hijos, otras para expandir la propia santidad más allá de sí mismas.
sé que mi carne fue devorada un millón de veces en vida y probablemente siga sufriendo la misma suerte hasta que mi alma se vea vencida por última vez. soy incapaz de combatir los demonios que circunvuelan sobre mi cabeza como aves carroñeras. qué sería de mí si fuese realmente agraciado de cuerpo y alma? pero mi espíritu fláccido no atrae tanto a los demonios segadores de almas que por el momento tan solo esperan que me tropiece yo mismo con y hacia mi tumba. no puedo decir cuánto éxito tienen en su espera, hay días que me veo tambaleante, borracho de fracasos; pero hay otros días que veo mis pies talle 43 convertidos en fuertes raíces y sé que no puedo dar un solo paso sin hacer rotar la tierra junto a mí.
así que disputo mi ser entre la gloria y el fracaso, la santidad y lo demoníaco, el amor y el odio; y sé que todo eso no es más que un simple bailoteo de mi espíritu, sé que no se puede esperar que incluso una masa titánica como el mar permanezca inmóvil, sé que no puedo pretender ser glorioso, santo y amoroso sin ser un fracaso demoníaco y odioso, porque mi espíritu es todo eso e incluso más. puedo ser todo lo santo, demoníaco, glorioso, fracasado, amoroso y odioso de los demás. mi espíritu abarca todos los océanos, todos los desiertos, montañas, llanuras, todas las lágrimas las llora mi espíritu, todas las risas las ríe mi espíritu, son las mujeres todas mías, madres e hijas, hermanas, porque soy padre e hijo, soy abuelo, soy el espíritu hermano que escucha, soy el hombro salado sobre el que se recuestan todas las mejillas sonrojadas, soy el ave de rapiña, soy el viento en las alas, soy la luna, el sol, soy el polvo que viene y el polvo que va, soy el hueso, soy el músculo, la sangre, soy el diente, la fruta, la mano, la uña, la herida, soy la vasija, la piel, el calor y el frío. alfa. omega. mosquito divino, borracho de mí. soy el solilocuente y el ojo avizor. soy el único grito. el hambre nunca satisfecho.
así que cuando cierres los ojos para ir a dormir no pienses, no sueñes, intentá evocar el vacío incoloro, el vacío que se encuentra tras el párpado, tras el ojo, tras la idea de vacío, tras el vacío, y aunque sé que va a ser imposible, quién sabe, tal vez logres verlo y quizás puedas decirme: qué hay más allá de mí?

La vida

por. Facundo Ezequiel

es como sacar
un pez
del agua

hay que luchar
hacer fuerza
torcer voluntades
pero con
la amabilidad
suficiente
como para
no romper
el sedal

nunca
pesqué
un puto pez
pero
hasta ahora
viví
cada día
de
mi vida

y no
pienso irme
con hambre

Sobre modos

por. Facundo Ezequiel

Seguro, tengo palabras
pero no un discurso.
Prefiero no explicar
el por qué de mis modos,
darle una oportunidad
a otra forma
de pensar
—quizá
la tuya.

Todos
tienen
en la boca
un huevo
de Freud.
Pero por favor
no hables
con la boca
llena,
no intentes
explicarte :

Tus ideas
valen
mierda


probablemente
las mías
también.
Pero,
al menos,
me reservo
las que
no pasan
por el
caño.