jueves, marzo 05, 2009

Limbo

por. Facundo Ezequiel

Cansado, cansado, cansado
Como quien se ve envuelto en palabras
Repitiendo una premonición pasada
¡La voluntad!
¿Dónde?
Dos secretos en la vereda en penumbras
Deslizándose hacia la alcantarilla.
Los muertos no hablan,
Comentó el espiritista
Al decano de la respetable iglesia.
Uno más uno
Y el tercero en discordia
Pasearon hasta caer
Fundidos, sin memoria.
Olas tras las puertas doradas,
Mares de gente queriendo entrar.
Li-libertad,
Tartamudeó la reina,
Inmersa con la cabeza hasta la cintura
Del amable cortesano
Y en una mano una rosa
Que en sus labios posó.
¡Despiértese!,
El guardia al vagabundo instó;
Una costilla el sueño le costó
Pero dios no le devolvió su hembra,
Y la rama del fruto...
Demasiado alta.

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