viernes, mayo 16, 2008

Ilusoria

por. Facundo Ezequiel

Un embrujo me hizo así
tonto y estúpido jugador
frente a los pozos más excelsos
y un juego de cartas perdedor
en mis manos danzantes

Una tecla hundida en el piano
que suena bajo el dedo encarnado
acaba el arpegio disonante
Mi nombre deletreado

Ciénaga de recuerdos
el Melancólico solo sirve de artista
porque en la vida...

Solo en el último acto
muere el protagonista
Yo me pregunto si a mi muerte
bajará el telón para siempre
En el entre acto
siento mi herida vaciarse

2 comentarios:

Cher! dijo...

Hermoso
Realmente me encantó.
Seguí así!

Saludos!

Anónimo dijo...

En las tragicomedias modernas, uno nunca sabe cuándo puede morirse el protagonista.

Pero, sea o no un consuelo, los del otro lado salen del teatro todos llorando.