lunes, noviembre 08, 2010

Recuento

por. Facundo Ezequiel

Mi poesía tiene la melodía
de los huesos rotos
y el ritmo espumante
de la cerveza caliente
de una madrugada de octubre

Yo amo a todas las mujeres
que saben decirme que NO
y cada una tiene sus versos
porque soy bueno y bondadoso
y pobre como un santo

Entre mis palabras yacen
los moribundos meones
y las excreciones más humillantes
que envejecen en pastosos pegotes
en asientos de trenes

Si esta ciudad estuviese habitada
no tardaría en caerse a pedazos
como una forma natural de defensa
contra todos los maniáticos sexuales
y asesinos
y yo me exiliaría en otra cama
sin la patética necesidad
de escribir lo que siento

Pero nadie vive acá
y de todas formas
me dicen
que no
siento
mucho

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