sábado, abril 02, 2011

Las horas imposibles

por. Facundo Ezequiel

Acá empiezan
las horas imposibles.
Miríadas de
médicos en las
paradas de colectivos,
como si al final
del recorrido
acaeciera
una tragedia.
Todavía no es
el fin del mundo,
pero nos acercamos
cada día
un poco
más.
La lluvia
lastima y
no lava nada.
Mi bote,
encallado
en el desierto,
desborda
de agua.
Los pájaros
gorjean maldiciones,
las hienas
se mueren
de hambre.
Mi corazón me
dice adiós
pero yo
escucho
la radio.
Beethoven nunca
hizo este ruido.
Nada es
lo que debería
ser.

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