lunes, agosto 04, 2008

La espalda desierta

por. Facundo Ezequiel

El sol mezclado con mi sangre
en el horizonte
como una lágrima del mar emergente
aullaba con voces de millones —
todas las voces que habitaron el mundo
entrelazadas en un violento nudo.
Era el silencio estallando
el día cerrando sus compuertas
el muerto arrepintiéndose des testamento
el paso que sigue
el paso que sigue el paso
era yo y mis huellas en la arena
cayendo por la estrecha cintura
sepultándome en la duna
del tiempo
era Lázaro por segunda vez enterrado
eran todos los profetas y santos
era el ladrido incomprendido
era un deseo respondido
era todo al mismo tiempo
y la destrucción del tiempo
que lo hacía todo imposible
y sostenía todo el universo
Era la locura de un loco
que caminaba por última vez
sobre su desértica espalda

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