por. Facundo Ezequiel
Algún día me voy a morir
y quizás nadie me recuerde.
La persiana de mi habitación
va a seguir rota
pero ya no va a haber luz.
Mis zapatos van a
conseguir otros pies
o terminarán
en la basura.
Nada tendrá incidencia.
Algunos van a divertirse,
otros van a tomar
amoníaco
y se sentarán
a esperar.
El mundo
va a seguir
girando,
todo va
a seguir
igual,
mi cuerpo,
rígido,
va a ser
trabajo
y una molestia
para el médico,
igual que ahora
lo soy
para esta
vieja
que desea
ocupar
mi asiento
mientras
termino
de escribir
este,
en lo que
a mí
me concierne,
último
poema.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario