por. Facundo Ezequiel
Si te
abrazara como quiero
entrarías
en mi pecho
desplazando
aquel gato muerto
Si te
besara como quiero
se secarían
mis palabras
si de tu
boca no surge riego
Si me
quisieras como te quiero
una plétora
de frutos prohibidos
rodaría a
tus pies
3 comentarios:
Me gustaría poder decirle algo constructivo, o por lo menos útil, pero como seguro se habrá dado cuenta, de literatura o poesía no sé nada más que disfrutarla. Así que solo puedo hacerle saber que me gusta mucho este poema.
Disfrutar de la poesía es ya de por sí algo útil (para el que la disfruta), hacerla no es algo que sirva de mucho y el acto creativo solo funciona como debe en unos pocos casos puntuales, y esto es así a lo largo de toda la historia de la humanidad hasta el momento. Que no nos salgan versos inspiradores o versos que cambien la vida de las personas (nosotros, principalmente) no es algo por lo cual desvivirse o pegarse un tiro. O quizá sí, no estoy seguro. El asunto es que existen pocos mortales que superaron la tinta sobre el papel (o píxeles sobre la pantalla) para llegar a ser algo más que eso. Por lo general vas a encontrar los cuerpos viviseccionados de esos poetas en las universidades, pero ningún profesor va a saber decirte qué es lo que los hace andar a esos tipos, aunque usen palabras raras para hacerte creer que en verdad te lo están diciendo.
En fin, yo tampoco dije mucho y ni siquiera sé por qué dije lo que dije. Tal vez quise decir que no te desanimes, o algo por el estilo, porque si no fuese por nosotros, los malos poetas, ¿cómo sabrías cuál es el buen poeta?
Optimista como siempre... No es desánimo. Es resignación y un poco tiene de vergüenza.
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