por. Facundo Ezequiel
Yo me creía
un poeta
cuando
estaba enamorado
y citaba a
Rubén Darío
y leía la
balada desesperada
sumido en
el vino de Baudelaire
Me creía
que era el único
que podía
morir de amor
y que
bailaba con la muerte
y que
disfrutaba con su peste
masticando
un cigarrillo
Desde
entonces nada es claro
ya no estoy
enamorado
ya no
existen los poetas
ni las
palabras valen tanto
ni la
muerte tiene impacto
De vez en
cuando escribo algo
para
burlarme del pasado
y del
presente de esa mujer
que una vez
hube amado
y ahora no
es más que una cueva oscura
piedra fría
y húmeda
con solo
una gran
entrada
y
sin
salida
2 comentarios:
Me fascina el nuevo aspecto del blog. Sí tiene algo de diseñador gráfico, después de todo. Como seguro se habrá dado cuenta, hace un tiempo que sigo su blog, pero hasta ahora estoy dejando un comentario...Disculpe mi letargo.
Oh, no, no puedo aceptar lo que entendí como una pretención de halago, me refiero a la catalogación de diseñador, lo único que hice fue modificar mínimamente una de las plantillas que blogger ofrece. Agradezco el comentario, principalmente porque comenzaba a olvidarme que escribía en este sitio. Supongo que serás la única persona que lee hoy en día mis escritos, y debo decir que para mí es comprensible ya que no me ocupo de él lo suficiente como para llamar la atención o atraer a nadie, ni siquiera estoy seguro de que las cosas que subo tengan algún tipo de valor, así que supongo que si hoy, o alguno de estos días subo algo, será para que lo leas. No te tuteo, a estas alturas cualquiera que se anime a pasar por la puerta es íntimo conmigo.
Mis sinceros respetos,
F.
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